José Antonio Valero, tras ser atacado por un grupo de desconocidos, fue hospitalizado en una UCI del Hospital Universitario de Torrevieja, donde permaneció en estado crítico durante diez días.
La única visita que tuvo fue la del ser que más ama en el mundo, Mábel, una bulldog francés.
Todo ocurrió cuando una mañana salió a pasear a su perra y fue abordado por tres personas que le dieron una brutal paliza. Por la gravedad de sus lesiones, el personal médico no apostaba por su recuperación.
“José Antonio es un hombre que tuvo un traumatismo craneoencefálico, llegó a la planta desde la UCI; cuando llegó a la planta le costaba hablar, le costaba moverse, necesitaba ayuda para todo”, recuerda Maika Fernández, una de las enfermeras que estuvo al tanto de su cuidado.
Poco a poco, gracias a su esfuerzo y a la rehabilitación, José Antonio ha podido volver a hablar y a moverse.
Son muchos los días que lleva hospitalizado sin poder ver a su familia, ni amigos, pero a quién más echaba de menos era a Mábel, su bulldog francés.
José Antonio no se separaba de una figura de yeso con la huella de Mábel. Por ello, el personal médico del hospital decidió poder brindarle la posibilidad de encontrarse con ella.
“Para él su perro lo es todo. Ella es como su hija, a veces la llama ‘mi hija, mi perro’. El día que le dijimos que la iban a traer, se pasó toda la mañana preguntándome qué vez llevaban a su perro, y y al día siguiente estaba encantado de haber podido verla”, relató María Palacios Milán, residente de cuarto año de medicina interna del Hospital Universitario.
Tras la visita de Mábel, su salud mejoró sustancialmente.
“En el caso de este paciente, el acompañamiento de su perro fue una alegría realmente, porque se ha recuperado”, dijo la médico.
José Antonio, que aún espera una operación, ha logrado que Mábel le ayude a recuperar la salud perdida en ese brutal ataque del que fue víctima.
Fuente: Noticias Caracol
