Los policías recogieron a la novia, a la madrina y a la dama de honor para llevarlas a la iglesia.
Los asistentes aplaudieron la llegada triunfal de la novia tras retrasarse unos minutos por el incidente.
Estaba todo listo para la boda, menos la novia. Lidia, una joven malagueña, se encontraba en apuros para llegar a tiempo al altar. Una avería en el coche nupcial le había retrasado varios minutos y no había manera de conseguir un taxi.
La fortuna quiso que se cruzará con dos agentes de la Policía local que se ofrecieron a escoltarla.
La ceremonia comenzaba a la una de la tarde. Los policías recogieron en su coche a la novia, a la madrina y a la dama de honor, que ya llegaban con diez minutos de retraso tras el incidente. Con la sirena a todo volumen y tras el permiso del superior, los cinco tomaron rumbo a la iglesia.
«La llegada fue triunfal», ha explicado Lidia. Para la sorpresa de los invitados, un coche patrulla llegó al recinto, donde se bajó la joven sujetándose el vestido blanco entre los aplausos de los asistentes. «Quise pensar que era una broma», ha señalado Vicente, el novio.
Lidia finalmente llegó a tiempo para casarse, con una anécdota que no olvidará jamás. Los dos agentes, Dani y José, se convirtieron en los héroes del día más importante de su vida.
Las fotos junto a los policías quedarán para el recuerdo en el álbum de la boda.
Fuente: 20minutos.es
