El informe de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional sobre el proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair es la perfecta radiografía de lo que fue el gobierno de Rafael Correa. El informe, que hubiera podido ser editado en una forma más ordenada, contiene también información -totalmente vinculada- sobre el caso InaPapers que involucra a Conto Patiño y a la familia de Lenín Moreno.
Este informe puede ser leído de varias maneras. Una: las 410 páginas en las que está todo el caso: orígenes de la hidroeléctrica, el contrato con la compañía china Sinohydro Corporation en 2009, el crédito con Eximbank China, los arreglos políticos para favorecer a la China, la forma exponencial como creció el costo, las miles de fisuras y la imposibilidad de arreglarlas, el lavado de manos de la China, el sometimiento del correísmo a la China, la imposibilidad de recibir una obra en esas condiciones…
Dos: las 104 conclusiones sobre el caso (se suman 17 sobre Ina-Papers). Tres: las 24 páginas sobre los “actores inmersos en la construcción y Financiamiento de Coca Codo Sinclair”. El orden de los factores no altera el perfil de lo que es la mayor chambonería cargada de corrupción y despilfarro del correísmo. El costo fue estimado, en 2007, en 987 millones de dólares; dos años después se notarizó el contrato por 1.979.700.000 dólares y finalmente esa obra terminó sumando 3.311 millones de dólares. Y está tan mal hecha que el Estado no la podrá recibir por sus problemas irremediables.
Coca Codo Sinclair fue un complejo hidroeléctrico emblemático de la Revolución Ciudadana destinado desde el 2016, en el relato de ese gobierno, a “cambiar la matriz productiva”. Localizado en el río Coca, en las provincias de Napo y Sucumbíos, se construyó para producir hasta 1500 MW y para durar 50 años.
El informe perfila la construcción accidentada de la hidroeléctrica, la poca calidad de los técnicos de Sinohydro, las dificultades de comunicación por el idioma, los graves problemas de ingeniería de la cual eran conscientes los técnicos ecuatorianos, la desfachatez del constructor al enviar desde China distribuidores con fisuras de origen que, en vez de ser devueltos, fueron embebidas en hormigón.
Las fisuras fueron descubiertas por los ecuatorianos por casualidad en 2014. Pero Sinohydro las conocía desde 2012, al igual que la subcontratista Harbin, y las ocultaron. Sabían que los tapones de los distribuidores, colocados para evitar las fugas, estuvieron mal diseñados. Sabían que el deficiente control de calidad del fabricante obligó a soldar una y otra vez placas y juntas y que esa tarea fue pésimamente elaborada. El material chino resultó de pésima calidad. Hasta el 2018 fueron censadas 7.648 fisuras; ahora se sabe que suman 17.499. Muchas de ellas no se pueden reparar.
El informe también cuenta cómo el fabricante, ante el pedido de explicaciones, admitió -desde febrero de 2015- “que no se aplicó correctamente el procedimiento de soldadura y reconoció la irresponsabilidad del soldador de la fábrica china”. Por supuesto, hubo graves problemas de fiscalización que, ante los problemas de ingeniería civil, debió parar los trabajos. La responsabilidad de la Fiscalizadora ha quedado consignada en informes de Celec y de la Contraloría General del Estado. Según el informe, Xavier Vera Grunauer, ministro de Energía y Minas desde el 28 de abril pasado, “no contesta la relación de su familia como miembro integrante de la asociación que se encargó de la fiscalización y gerenciamiento del proyecto Coca Codo Sinclair”.
Los perjuicios para el país de las fallas de la hidroeléctrica son inmensos. Incluso para inspeccionar las fisuras se requiere parar la planta. Las reparaciones están lejos de solucionar el problema y es un hecho que los defectos no pueden ser reparados en su totalidad. Sinohydro, dijeron los responsables de Celec a la Comisión presidida por Fernando Villavicencio, es renuente a encarar el problema. En ese contexto, está abierta una controversia según preveía el contrato.
Celec no recibirá la obra mientras no se hayan resuelto todos los problemas que tiene Coca Codo Sinclair. Y la Comisión de Fiscalización recomienda al presidente Lasso “no recibir de forma definitiva” la hidroeléctrica por sufrir “graves fallas estructurales”. En la recomendación décimo segunda, de trece, se pide al presidente Lasso reconsiderar la designación de Vera Grunauer a la cabeza del Ministerio de Energía por, entre otras cosas, “posibles conflictos de intereses”.
En la última, conservando el tono sobrio, se recomienda remitir el informe a la China para que conozca (lo sabe de sobra) la obra esperpéntica que hizo Sinohydro Corporation durante el correísmo, con su aquiescencia, subordinación y complicidad. (JOSÉ HERNÁNDEZ – 4 PELAGATOS)
Foto: PlanV
More Stories
A LA ESPERA DE UN MILAGRO
LA SOMBRA DE LA DEMENCIA
Tápense que se les nota