Con dos años de gobierno, podemos decir que ya conocemos al Presidente de la República, como para saber cómo procede y reacciona ante los avatares políticos, que pese a no ser su fuerte, los ha capeado con cierto éxito, enfureciendo cada vez a ese monstruo que amenaza con des-estabilizar al País, buscando su destitución cada seis meses y valiéndose de toda una urdiembre cuajada de podredumbre e intención bastarda.
Para Correa el éxito de Guillermo Lasso es inadmisible, como tampoco lo fue con Lenín Moreno, cuya gestión inicial, fue ponerlo de patitas fuera del territorio.
Mientras Moreno logró por mano ajena, anular la reelección indefinida, que Glas sea procesado por sus delitos y la institucionalidad salga de las manos corruptas con Julio César Trujillo, facilitando la transición desde el correísmo corrupto y demencial hacia la administración pausada y cuidadosa de Guillermo Lasso, el país que se va recobrando de su empantanamiento institucional y económico, es el peor escenario de comparación que Rafael Correa puede soportar.
Es simplemente contrastar el caos administrativo y ético, con la voluntad política para recuperar una macroeconomía destruida e insustentable por deuda, inflación y despilfarro.
Rafael Correa, es una bestia insensata y desquiciada para quien, mientras más daño provoque, mayor satisfacción le causa. Diez años como Presidente de la República significaron la necesidad de mantener en restauración y transición, por al menos durante veinte años, todos los aspectos de la vida nacional en que infirió ese desnaturalizado anti-ecuatoriano, que sigue espetando sus estupideces y tramas miserables.
Resulta increíble que ese a-normal y a-moral, piense que es un líder latinoamericano; que vaya a los países gobernados por imbéciles de su misma calaña, a dar lecciones de economía y buen gobierno, cuando lo que en realidad debería estar haciendo es pagando por sus delitos en una cárcel de aislamiento total, como Abimael Guzmán y así preservar a la humanidad de su veneno.
Ese veneno que infecta a nuestro país, gracias al dinero corrupto que maneja para comprar débiles e incipientes mentales que solo buscan adherirse para lucrar de su inmundicia, al momento resulta intolerable y peligroso, porque avanza y se crece en un medio tan corrupto como él, para tomarse las Instituciones del Estado, como la Asamblea Nacional, donde sus compinches ya tienen mayoría y el CPCCS, donde si se le permite consolidar lo que tiene en mente, nombrará a todos sus incondicionales, para obtener amnistía y borrar sus antecedentes penales de daño al país.
Esta oposición coludida para fines que nada tiene que ver con la necesidad de organización y buen gobierno que necesita el país, llevará al Presidente del Ecuador a la lamentable decisión de utilizar el recurso de lo que se denomina la “Muerte Cruzada”, que es una facultad presidencial establecida en el Art. 148 de la Constitución vigente, por la que el Presidente puede disolver la Asamblea Nacional, gobernar por decreto con el aval de la Corte Constitucional y llamar a nuevas elecciones en los siguientes seis meses.
Esta decisión puede ofrecer muchas ventajas en el plano político y en la gobernabilidad que el país requiere para salir del pantano institucional y económico, no se diga moral, en que nos sumió el correísmo (infecto).
Sin embargo para lograr una eficaz aplicación de la medida, el presidente debe, además de tener listo el decreto en su escritorio, como lo ha manifestado en todas las ocasiones que ha peligrado la estabilidad de su gobierno, necesita contar con UN PLAN BIEN ESTRUCTURADO, que le permita obtener los objetivos que justifiquen la medida.
– Es indispensable el concurso de juristas especializados en Derecho Constitucional y Penal, que asesoren al Presidente para un cuidadoso manejo de los límites legales en que puede manejarse, evitando futuros cuestionamientos.
– Un acuerdo previo con la Corte constitucional, entidad con la cual en la práctica pasará a gobernar en vista que sus decretos deben ser previamente aprobados y consensuados.
– Debe encontrar una vía legal para manejar los términos en los cuales definir el llamado a elecciones, para que sus tiempos coincidan con la terminación de su mandato constitucional en el año 2025.
– Un decreto que anule la nominación de los nuevos vocales del CPCCS, en virtud del porcentaje de votos nulos y blancos que superan el porcentaje de votos con los cuales obtuvieron la consejería los nominados en las votaciones de febrero. En el mismo decreto, conformar una comisión similar a la del CPCCS transitorio, a la que se pueda confiar la elección de nuevas autoridades.
– Establecer las ventajas que significa para el país, terminar con la gestión de una asamblea opositora, que ha sido parte de los planes de des-estabilización, que ella cuenta con una “Comisión de la Verdad y justicia”, para exonerar con voto mayoritario, las sentencias contra Correa y sus secuaces.
– Decretar todas las decisiones en formato de Decreto ley, para conseguir la promoción económica del país, incluido un Plan nacional de desarrollo con vigencia en el mediano o largo plazo, de obligatorio cumplimiento y evaluación de los siguientes gobiernos.
– Consolidar un acuerdo político para erradicar al correísmo y conseguir que durante los dos años siguientes, se pronuncien las sentencias pendientes contra el ex delincuente que gobernó el país por diez años.
– Proponer via decreto, un plan de pago de la deuda del País, con plazos y recursos viables y el pago anticipado en efectivo (no con petróleo) a la China.
– Organizar un proyecto productivo para el agro, bajo la modalidad “siembra por contrato” para dinamizar y mejorar la producción.
– Establecer un sistema de responsabilidad penal y pecuniaria, con departamentos de auditoría interna de las entidades del estado, para controlar el buen uso y destino de los fondos públicos.
– Organizar el combate a la delincuencia, vigilando fronteras con el ejército y puertos con las capitanías de puerto, para evitar la contaminación de los contenedores de productos exportables, que deterioran la actividad.
– Responsabilizar a los jefes carcelarios de la disciplina interna de centros penitenciarios y la aplicación de medidas similares a las de El Salvador, para que no se vuelvan a repetir las masacres originadas en los carteles de la droga y sus pandillas.
– Tal vez así, pueda aspirar a una reelección! (ESTUARDO MELO)
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