EL GRAN GESTOR DEL ANTI-CORREÍSMO…

Tal vez sin haberse propuesto, lo motivó el propósito de denunciar la enorme y constante manera de perjudicar al Estado en todos los ámbitos de la administración pública y el consecuente perjuicio al País, FERNANDO VILLAVICENCIO se convirtió en un CONTRALOR ad- honorem, ubicando en detalle las tramas elaboradas por el equipo de gobierno para extraer por medios corruptos e inmorales, dineros que debieron ser invertidos correctamente en contratos y proyectos promovidos por el gobierno nacional.

Su minuciosa revisión de documentos oficiales, actas, contratos, resoluciones, lo llevaron a dedicar mucho tiempo en el análisis de lo que iba configurando una monumental estafa al pueblo ecuatoriano, urdida por el gestor indudable de la trama de corrupción: RAFEL CORREA. El enlace de las evidencias encontradas lo llevó a conclusiones inequívocas de un trasfondo de corrupción y podredumbre de rédito millonario, descrito en sus libros, que son una verdadera antología de perversión y engaño.

Resulta insólita, por ejemplo la descripción del sistema concebido para triplicar el valor de la REPOTENCIACIÓN DE LA REFINERÍA DE ESMERALDAS, probablemente concebida por la mente criminal de CARLOS PAREJA YANUSELLI, donde se decidió dividir en contratos de menor cuantía el trabajo bajo gerencia y fiscalización de la empresa consultora Azul-Worley Parsons.

180 Contratistas menores que no tenían experiencia industrial para fabricación ni montaje de las partes metal-mecánicas, subcontrataron a la vez con otras empresas idóneas, duplicando y triplicando el valor cobrado a Petroecuador y pagando el valor real de los trabajos a esos sub-sub contratistas, integradas en un proyecto en que no se había previsto con claridad alguna los nuevos alcances de la refinería, sus productos, sus volúmenes ni el rendimiento financiero de la inversión y repago. El perjuicio irrogado 1700 millones de dólares.

En su investigación, Fernando llega a establecer toda la trama de desvíos de dinero, las cuentas off shore abiertas y el reparto acordado con complicidad de los fiscalizadores. Más que un proyecto de inversión nacional, se veía como una oportunidad de oro para coludir y estafar al país.

Con esa investigación y una cantidad interminable de análisis de distintos proyectos que el correísmo unido en un gran equipo de operativos cómplices secuenciales, el periodista dedicado a develar montos y métodos delictivos, permitió apreciar de cuerpo entero, toda la podredumbre de la que era capaz un expresidente que dedicó su tiempo más que a gobernar, a encontrar diversas maneras de extraer dinero de su gestión presidencial y esconder su botín.

La labor investigativa resultó interminable, porque cada evento, cada proyecto, cada inversión, cada convenio investigado, venía acompañado de ese mismo patrón de comportamiento de acomodo y latrocinio. Pese a su labor intensiva, Villavicencio no logró destapar todos los casos y al parecer existe una cantidad similar de expedientes sin análisis, en la secretaría de la Comisión de Fiscalización y Control Político, que presidía en la Asamblea. Hasta sus últimos días de vida estuvieron matizados por denuncias y declaraciones públicas concernientes a nuevos casos.

Todo apuntaba a Correa y sus secuaces. No hubo gestión que no estuviera salpicada ni relacionada con los más bajos fondos criminales.

Al parecer Rafael Correa tiene de una condición mental multi-polar. En sus proyectos siempre había dos caras. La del supuesto beneficio y obra pública y la de la operación delictual. La primera muy publicitada y la segunda bien elaborada y oculta.

Resulta raro comprender que siendo un ratero de semejante envergadura, defienda a la vez su buen nombre con tanta energía y tesón. Aprovecha para decir que alquila una “casita” y come los tomates que cultiva. Maneja una fortuna mal habida de $15.000 millones de dólares, pero anda con una camisa sucia, que no se cambia ni para dormir, todo por aparentar una falsa pobreza. Financia con fondos en manos de terceros, todas las maldades que su retorcida mente puede concebir, para que haya quienes todavía añoren su regreso. Cuando se refiere a los ecuatorianos, los menciona como un padre amoroso: “!Querido Muisne”! A las mujeres de su círculo cercano las romantiza, pese a que lo saben gay. Mientras que cuando fue Presidente, todos conocían de sus romances con sus secretarios de Estado.

Es tan audaz que convence. Pese a sus fallas en público, tratando de explicar sin conseguirlo algo de teoría económica, se enreda hasta cuando explica su absurda teoría del “chánduche de chancho”; Que Fernando del Rincón lo crea inteligente, ya es el colmo! Una capacidad de engaño increíble.

Hay innumerables situaciones que prueban que Correa no entiende ni los forros de la Economía, lo ha demostrado frente a pizarras tratando de explicar lo que no conoce y en episodios televisados como aquel en que el director del IESS lo confrontó respecto a Fondos Previsionales.

Fernando Villavicencio se encontró el peor enemigo posible, mientras Correa proclamaba por el mundo, su portentoso gobierno y sus falacias, un periodista pertinaz por su cuenta y sin recursos descubría su enorme desfalco que a la vez daba cuenta de su falacia e inmoralidad.

Mientras Correa, prófugo sentenciado a más de ocho años de cárcel, Fernando como asambleísta descubriendo más y más desfalcos sofisticadamente planeados. El primero organizando y urdiendo mil maneras para intentar su retorno enviciado por la corrupción judicial y Villavicencio convertido en el adalid del ANTI-CORREÍSMO, tratando que su accionar político se extinga y se decrete el final definitivo de Correa y todos los secuaces que lo acompañaron como funcionarios de Estado durante los diez años de su administración.

Es la heredad de un PATRIOTA que luchó de manera incansable para que nuestro país se libere para siempre de ese veneno contagioso que enferma la débil mente de muchos ecuatorianos que no tiene la mínima capacidad de leer un libro y tratar de entender cuál fue el mensaje y la misión que Villavicencio dejó.

Pero el anti-correísmo está en marcha. Los ecuatorianos hemos demostrado que hay una ciudadanía pensante y que ésta es mayoría. Que los débiles mentales que caen en su borreguismo insulso no pueden gobernar nuestro país.

El anti-correísmo es fuerte e indeclinable. Detesta al farsante, conoce sus trafasías, sus métodos insanos, la a-moralidad de su líder.

Ya se probó en la acción política, cuando se vieron forzados a suspender la transmisión de resultados en el 2017, para provocar el descarado fraude en que el sucesor del correísmo, Lenin Moreno, ganó la elección con su binomio Glas. Bien pudo haber declarado en un arranque de honestidad, que su ganancia fue ilegítima y fraudulenta.

En el 2021, el anti-correísmo puso a Guillermo Lasso en el poder, pero a la vez casi simultáneamente surgió la acción desquiciada de un correísmo infecto, cuya misión era el desprestigio del gobernante y la inestabilidad del País.

Ahora estamos convocados ante la misma circunstancia. Una campaña sucia contra su contendor. Un hombre joven que podría estar disfrutando de sus tiempo en cualquier lugar del mundo, pero que ha demostrado su interés por captar el voto de la juventud postergada para intentar nuevamente sacar al Ecuador de la postración post-correísta.

Otra vez la interminable confrontación contra correa, sus mañas, sus guerra sucia su campaña de des-prestigio. El acomplejado y corrupto engendro, poniendo títeres para una segunda “Marquetalia”!

Por: ESTUARDO MELO MORENO