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Los diálogos entre la Conaie y los gobiernos de Moreno y Lasso no dejaron acuerdos que perduren

Aunque el paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) no ha tenido la misma repercusión que en 2019 y 2022, ya son 11 días de manifestaciones, concentradas en Imbabura, que han incluido enfrentamientos violentos entre manifestantes y la fuerza pública.

Bajo ese contexto, diferentes voces piden que las organizaciones sociales y el Gobierno que dialoguen para conseguir consensos y levantar las medidas. Sin embargo, el presidente Daniel Noboa dijo, en entrevista con Ecuavisa, que no está dispuesto a ceder.

En los paros anteriores, aunque las autoridades lograron terminar con las manifestaciones, los diálogos no permitieron llegar a consensos reales alrededor de la eliminación de los subsidios a los combustibles.

Moreno retiró los subsidios sin diálogo previo

El paro nacional de octubre de 2019 ocurrió como respuesta de la Conaie y otras organizaciones sociales a la liberación del precio de las gasolinas.

Durante 11 días de violentas protestas, los representantes de los manifestantes dijeron que la única manera de acceder a dialogar con el Gobierno era si derogaba el decreto que encareció el combustible, además de que cualquier conversación debía ser en presencia del Presidente y de manera pública.

Es así que el 13 de octubre de 2019, las autoridades del Gobierno y los líderes de las organizaciones sociales aceptaron encontrarse en una mesa de diálogo, mediada por la Organización de Naciones Unidas y la Iglesia Católica.

El primer acuerdo logrado fue la derogación del decreto de Moreno a cambio de levantar la medida de hecho. El movimiento indígena también pidió la liberación de los detenidos en el contexto de las movilizaciones.

Por su parte, el Presidente propuso la creación de una comisión que elaborará un nuevo decreto para la eliminación del subsidio, el objetivo, según indicó Moreno, era lograr la focalización.

Esta comisión nunca logró su objetivo y moreno terminó implementando un sistema de bandas en medio del confinamiento, con el desplome del precio del barril de petróleo.

Lasso, el que más dialogó

En junio de 2022 nuevamente ocurrió un estallido social, en manos de organizaciones sociales que reclamaban el poco avance de los procesos de diálogo con el Gobierno, tras la decisión del Presidente de congelar el precio de la gasolina y diésel.

Tras 18 días de paro, el gobierno de Lasso accedió a dialogar, luego de reducir el precio congelado en USD 0,15. La decisión fue instalar 10 mesas técnicas con varios ejes, como: transporte, subsidios, desarrollo rural, seguridad.

En ese proceso, que duró cuatro meses, hubo descontento de ambas partes y se logró consensos en temas como control de precios, energía y recursos naturales, derechos colectivos, entre otros.

En total, se lograron 28 acuerdos. Sin embargo, la focalización de los subsidios a los combustibles fue el punto más álgido de discusión y en el que ninguna de las partes quiso ceder.

“No llegamos a la focalización, pero se dejaron en la mesa sentados algunos criterios que permitieron tener avances concretos, como, por ejemplo, el de cilindraje para los vehículos como criterio de focalización, el de propiedad de los vehículos, el de ingresos anuales e ingresos mensuales, el de la diferencia entre el transporte urbano y transporte rural y también dentro del transporte rural el transporte comunitario”, indica Francisco Jiménez, ministro de Gobierno de ese entonces.

¿Cabe la posibilidad de un diálogo entre Noboa y la Conaie?

En la entrevista del pasado 26 de septiembre, Daniel Noboa dijo que dialogar con las organizaciones indígenas sería atentar contra la democracia porque la mayoría de la población está en contra del paro nacional.

Tres días antes, en un evento, el Presidente dijo: “Nosotros no retrocedemos como ocurrió en 2019 y 2022, tenemos que mostrar firmeza y no podemos retroceder porque significa no poder entregarles recursos a emprendedores, mujeres… por eso no retrocedemos, no porque somos tozudos o tercos, sino porque el futuro de ustedes depende de eso”

Sin embargo, el Gobierno sí ha hecho acercamientos. La Gobernación de Imbabura acordó conversar con representantes de la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi (Unorcac), filial de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), el encuentro no se concretó.

Además, Ecuavisa.com conoció que existieron reuniones entre asesores de Noboa con representantes de la Conaie, aunque el presidente de esa organización, Marlon Vargas, aseguró que no ha conversado con las autoridades.

Hasta la fecha no hay una vía para concretar los diálogos, pero organismos de la sociedad civil insisten en un acercamiento.

La Oficina Sudamericana del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, la Corporación Participación Ciudadana, universidades y la Conferencia Episcopal hicieron un llamado al diálogo.

“Invitamos a todos a escucharse, dialogar y cooperar”, dice el comunicado de los obispos.

¿Vale la pena dialogar?

Francisco Jiménez dice que es una obligación del gobierno dialogar con todos los sectores y cree que es conveniente que en esos espacios se incluya a todas las organizaciones sociales, incluso a la Conaie que ya ha participado en dos procesos de diálogos anteriores.

Sin embargo, la periodista y analista, María Belén Arroyo, cree que los anteriores procesos de diálogo “sirvieron más para legitimar la protesta que para generar cambios reales” y que muchas de las mesas de negociación terminaron siendo “una escenografía política”, destinadas a atender la coyuntura en lugar de establecer compromisos vinculantes duraderos.

El analista político Francisco Rocha cree que las condiciones actuales del Gobierno son distintas a las de 2019 y 2022 porque las movilizaciones de 2025 no han tenido un amplio respaldo popular, lo que da menos legitimidad a las demandas de los manifestantes. (ECUAVISA)