El abogado del Grupo Noboa, Fernando Yávar, explicó este jueves 23 de octubre dos de los principales cuestionamientos que involucran actualmente a las empresas de la familia del presidente de la República, Daniel Noboa.
El primero tiene relación con un vehículo Porsche, propiedad de la empresa Industrial Molinera, que apareció en el lugar de un operativo policial. El segundo se refiere a la millonaria deuda que el grupo mantenía con el Servicio de Rentas Internas (SRI).
La deuda no era reciente. Exportadora Bananera Noboa la arrastraba desde 2006. De hecho, imágenes registradas en 2012 muestran el momento en que funcionarios del SRI acudieron hasta las instalaciones de la empresa para realizar una primera notificación. En ese entonces, quien hablaba a nombre de la Corporación Noboa era Alexandra Navarrete, hoy directora del SRI.
Con el paso de los años, la deuda acumuló costos legales e intereses por mora, alcanzando en 2025 un monto total de 98 millones de dólares. Este año, la empresa ganó dos juicios y logró reducir parte del valor adeudado.
“Con ese descuento, que corresponde a la anulación de coactivas y títulos de crédito, queda en 82 millones. De esos 82 millones, 56 corresponden a intereses, multas y costos, y 25 millones a capital. Lo que hizo el Grupo Noboa fue pagar el 100 % del capital para acogerse a la remisión tributaria”, explicó Yávar.
Esa reducción de intereses fue posible gracias a la Ley de Integridad Pública, una normativa impulsada por el presidente Daniel Noboa y aprobada por la Asamblea Nacional en junio de este año. La norma solo estuvo vigente tres meses, hasta que en septiembre la Corte Constitucional (CC) la declaró inconstitucional. Bananera Noboa alcanzó a acogerse al beneficio dentro de ese periodo.
“Así es como, en la actualidad, ya no existe ninguna deuda de parte de Exportadora Noboa ni del Grupo Noboa con el SRI. No fue una ley con dedicatoria, solamente para el Grupo Noboa. Otros 103 000 contribuyentes también se beneficiaron”, afirmó el abogado.
El asesor legal también abordó el otro tema: la presencia del Porsche de Industrial Molinera en el sitio donde fue detenido uno de los acusados de colocar explosivos en la Bahía de Guayaquil, en junio. Según Yávar, todo se trató de una coincidencia.
“En el vehículo iba Érika Tumbaco, una empleada del servicio de limpieza del Grupo Noboa”, indicó. La mujer habría utilizado el automóvil porque su hija había sido hospitalizada. “Se dispuso que se la auxilie, y en ese momento quien estaba disponible era un chofer que tenía el Porsche Cayenne”, añadió Yávar.
En el trayecto, relató el abogado, la empleada fue informada de que abajo de su casa se desarrollaba una intervención policial, por lo que se desvió hacia el lugar.
El Grupo Noboa entregó a Ecuavisa un video en el que una voz se identifica como Érika Tumbaco, señalando que ella iba en el vehículo.
Con ello, Yávar aseguró que no existe nada irregular en la presencia del auto en el sitio del operativo: “Fue tan solo una casualidad”, enfatizó. (ECUAVISA)

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