RADIO COLOSAL

1040 AM HD

María Corina Machado recibirá el Nobel de la Paz con voto de confianza de Trump en su plan de transición

La expectativa por el viaje de María Corina Machado a Oslo, Noruega, para recibir este miércoles 10 de diciembre el Premio Nobel de la Paz, crece con la aparición de un nuevo elemento que trascendió en las últimas horas en la prensa estadounidense. La líder de la oposición venezolana –tras su fugaz detención el 9 de enero y el fracaso del plan de Edmundo González para entrar a Venezuela a juramentarse como presidente tras ganar la elección del 28 de julio del año pasado– había quedado en la sombra de la clandestinidad, sin el poder de convocatoria del que gozó durante la campaña electoral y con un respaldo de Estados Unidos meramente simbólico, ya que en Washington consideraban que su liderazgo se había debilitado y su equipo político no estaba en capacidad de garantizar estabilidad en una nueva Venezuela. Sin embargo, esto cambió. Con el galardón obtenido por su incansable lucha en defensa de la democracia y los derechos humanos, parece haber ganado también un importante voto de confianza de la Casa Blanca.

El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, considera que el equipo de María Corina Machado «demostró una mayor preparación de la que se creía previamente», según señala un documento interno al que tuvo acceso el Washington Post sobre los posibles escenarios para el día después de la salida de Nicolás Maduro del poder y la reacción de las fuerzas armadas venezolanas frente a los planes de transición de la oposición.

Una purga militar limitada

Aunque el medio aclara que el equipo de Machado no compartió sus planes en su totalidad con funcionarios estadounidenses por obvias razones de seguridad, uno de los puntos destacados que brinda mayor confianza a la Casa Blanca es el hecho de que la purga necesaria en las filas castrenses sería «limitada», ya que solo 20 % de los oficiales venezolanos son considerados «irredimibles», mientras que el resto está en contra de la dictadura o mantiene una posición «apolítica», de acuerdo con el mencionado documento.

En este sentido, fuentes consultadas por el Washington Post con acceso a la información explicaron que si bien María Corina Machado y Edmundo González «no permitirían la cohabitación», es decir, que la cúpula chavista «no tendría cabida en el nuevo gobierno», tampoco sería necesario procesar a más de «unas pocas docenas de funcionarios del régimen de Maduro».

La Administración Trump tendría esta nueva perspectiva sobre el plan de transición de María Corina Machado mientras ella se prepara para recibir este miércoles el Premio Nobel de la Paz en Oslo, escoltada por los presidentes de Argentina, Javier Milei; de Paraguay, Santiago Peña; de Ecuador, Daniel Noboa; y de Panamá, José Raúl Mulino. También la acompañará Edmundo González, ganador de la elección presidencial del año pasado en Venezuela por una diferencia de casi 40 puntos de ventaja sobre Nicolás Maduro, según las únicas actas publicadas y avaladas por observadores internacionales acreditados por el propio Consejo Nacional Electoral (CNE) del régimen como el Centro Carter y el Panel de Expertos de la Organización de Naciones Unidas.

Paz con presión y sin otra decepción

Esta ceremonia para la entrega del galardón también se celebrará mientras Estados Unidos mantiene un enorme despliegue militar frente a las costas venezolanas para combatir el narcotráfico, pero con el foco puesto sobre el régimen de Maduro, con quien incluso Trump conversó hace un par de semanas vía telefónica buscando agotar la diplomacia para una eventual salida negociada del poder, lo que en su momento se manejó en la prensa estadounidense como un ultimátum, pero hoy el Washington Post asegura que no se fijó un plazo para alcanzar ese objetivo y que, en su lugar, ambos se comprometieron a conversar nuevamente.

La información que trasciende sobre la nueva visión que tienen en la Casa Blanca sobre el plan de transición de María Corina Machado representa, sin duda, un nuevo voto de confianza a la oposición venezolana, luego de que Donald Trump viera frustrada su intención de sacar a Nicolás Maduro del poder durante su primer mandato, cuando lo apostó todo por el liderazgo de Juan Guaidó, quien dirigió el extinto gobierno interino que no logró el objetivo de poner fin a la usurpación chavista y el líder republicano quedó muy decepcionado.

El desafío de regresar a Venezuela

El Premio Nobel de la Paz dio un impulso al liderazgo de María Corina Machado, que a su vez enfrenta ahora el desafío de salir de Venezuela para asistir a la ceremonia de premiación y volver a continuar su lucha dentro del país, ya que en caso contrario, habría sido Maduro el gran ganador con el galardón. Todo apunta a que asistirá en persona a recibirlo, tal como aseguró el responsable de comunicación del Instituto Nobel, Erik Aasheim, citando a Machado. «Hablamos con ella la pasada noche y nos dijo que estará en Oslo».

Sin embargo, hasta hace pocos días había declaraciones que apuntaban en la dirección opuesta. «No puedo dejar el lugar donde me escondo porque hay amenazas directas contra mi vida», declaró María Corina Machado en octubre a la prensa noruega, enfatizando que Venezuela debía ser libre y Maduro debía estar fuera del poder para ella poder abandonar el lugar donde se refugia. Y en el mismo orden de ideas, el líder del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, calificó el viaje de María Corina Machado a Oslo como «peligroso» porque, según recordó, «el régimen de Venezuela ha manifestado que quiere quitársela de en medio». Por tal motivo, pidió que se garantice su seguridad para llegar a Noruega, pero también para luego regresar a Venezuela.

Fuente: panampost.com (José Gregorio Martínez)