Pena máxima agravada por violación

Cuenca (Azuay).- Carlos Antonio R. fue sentenciado a veintinueve años y cuatro meses de privación de libertad, en su grado máximo agravado, por la violación de una mujer de 35 años.

La agresión ocurrió el 17 de octubre de 2020, en el domicilio de la víctima, ubicado en el Centro Histórico de Cuenca. Allí se encontraban la mujer, su pareja y un amigo, cuando llegó el ahora sentenciado, quien insistió en unirse al grupo.

Más tarde, la pareja y el amigo de la víctima se quedaron dormidos. En ese momento, la mujer le pidió que se retirara de la vivienda y fue a descansar en su habitación.

El agresor no se marchó: ingresó al dormitorio y la violentó sexualmente, aprovechando su estado de indefensión. La mujer despertó, logró apartarlo y le reclamó por lo ocurrido.

La hija de la víctima, de 13 años, escuchó la discusión y acudió al lugar. Allí, su madre le contó lo sucedido. De inmediato, Carlos Antonio R. huyó de la vivienda, pero la adolescente lo persiguió varias cuadras hasta que los guardias de un local comercial lograron retenerlo y entregarlo a la Policía.

Durante la audiencia de juicio, se presentó el testimonio anticipado de la víctima. Fiscalía presentó, además, las versiones de su hija, de su pareja, del agente aprehensor y de los peritos que practicaron las pericias médico-ginecológica, psicológica y de trabajo social.

Con base en estos elementos probatorios, el Tribunal Penal de Azuay impuso la pena máxima agravada y dispuso que el sentenciado pague a la víctima 1.000 dólares como reparación integral. Además, ella recibirá tratamiento psicológico.

Información jurídica

El artículo 171 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) sanciona la violación con una pena privativa de libertad de diecinueve a veintidós años. En este caso, se incrementó un tercio de la pena por la aplicación de la circunstancia agravante prevista en el numeral 9 del artículo 48 del mismo cuerpo legal: conocer a la víctima con anterioridad a la comisión de la infracción.