Rusia ha sufrido en la madrugada de este miércoles un golpe a sus instalación militares en la región ocupada de Crimea, desde donde lanzan algunos de sus ataques contra las posiciones en el frente de las tropas ucranianas. El movimiento partisano Atesh, integrado por ucranianos de Crimea que luchan en la clandestinidad contra la ocupación rusa, ha reivindicado un ataque contra un aeródromo en el que fue destruido un sistema antiaéreo móvil S-400. La respuesta no se hizo esperar y pocas horas después en medio de los bombardeos diarios de Ejército ruso se produjo un ataque contra la ciudad de Chernígov que ha dejado casi una veintena de muertos.
Según el comunicado de Atesh, el ataque ha sido llevado a cabo por miembros del movimiento infiltrados en las filas del Ejército ruso, aunque dice no poder dar más detalles para no comprometer la seguridad de los saboteadores. La acciones también habría causado “graves daños” en un puesto de mando del aeródromo de Dzhankoi, situado en el norte de la península ucraniana de Crimea.
Por otro lado, este miércoles la inteligencia militar ucraniana (GUR) ha informado de la destrucción de un helicóptero de transporte Mi-8 que estaba estacionado en el aeródromo de Kriazh de la ciudad de Samara, en el suroeste de Rusia. Además, el GUR reivindica a la agencia ucraniana de noticias, Ukrinform, un ataque con un dron contra una infraestructura militar rusa situada en la república de Mordovia, en el oeste de Rusia. El ataque tenía como objetivo un importante radar ruso.
17 muertos y más de 60 heridos
Pocas horas después de que estos ataques ucranianos se llevaran a cabo Rusia bombardeó la ciudad ucraniana de Chernígov, situada en el norte de Ucrania. El ataque aéreo ha dejado al menos 17 muertos, según han indicado las autoridades ucranianas, que han añadido que otras 60 han resultado heridas. Según ha detallado el Servicio Estatal de Emergencia, dos de los muertos han fallecido en dependencias sanitarias. Además, entre los heridos se encuentran tres niños. Por su parte, el ministro del Interior, Igor Klimenko, ha señalado que el operativo de rescate sigue en marcha porque “aún hay personas bajo los escombros”.
Klimenko ha detallado en su canal de Telegram que entre los fallecidos hay un policía y ha trasladado sus condolencias a los familiares de las víctimas. “Aprovecho la oportunidad para recordar a figuras públicas y residentes la necesidad de tener cuidado a la hora de difundir información sobre las consecuencias del ataque”, ha zanjado.
Por su parte, el jefe adjunto de la Presidencia de Ucrania, Oleksei Kuleba, han confirmado que han sido tres proyectiles los que han impactado en el centro de la ciudad, destruyendo un edificio residencial de ocho pisos, cuatro rascacielos, un hospital y una institución de educación superior, además de “decenas” de automóviles.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha aprovechado para recordar que “esto no hubiera pasado si Ucrania hubiera recibido un número suficiente de sistemas de defensa aérea y si la determinación del mundo a la hora de hacer frente al terrorismo ruso hubiera sido suficiente”. “Los terroristas sólo pueden destruir vidas si primero intimidan a los que pueden detener el terrorismo y salvar vidas. La determinación es importante. El apoyo importa”, ha dicho.
Fuente: 20minutos.es
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