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Testigo protegido apunta al «Gobierno de Correa» por crimen de Fernando Villavicencio

Luego de 10 meses y 16 días del asesinato de Fernando Villavicencio, lo que era solamente un rumor se ha convertido en un hecho judicial. El testigo protegido, AMPJ señaló a una persona del gobierno de Correa como la mente detrás del magnicidio. Además confirmó que el precio por la ejecución habría sido de 200.000 dólares. 

El testimonio anticipado se exhibió en su totalidad durante la audiencia de juzgamiento en contra de los autores materiales del crimen del periodista y candidato presidencial. Allí también se reveló que los autores materiales, ecuatorianos, colombianos y venezolanos, habrían sido miembros del grupo narcodelictivo “Los Lobos”. 

La Fiscalía había anunciado que en esta audiencia de juzgamiento  presentaría 211 testigos para demostrar su caso. Así, hacia las 07:50, el Complejo Judicial Norte comenzó a llenarse de periodistas, familiares y abogados defensores. 

La atmósfera en el auditorio ubicado en el piso 11 era tensa. Tras varios diferimientos, esta ocasión sí se concretó la audiencia, este supone un paso más en favor de llegar a la verdad en este caso.

Las primeras horas de audiencia fueron reveladoras

Con un retraso de casi una hora, el procesado Carlos A, recién procedió a conectarse a la audiencia por demoras del SNAI. Su última solicitud de diferimiento del día anterior había sido denegada, por lo que sus intenciones de desestabilizar el proceso, una vez más, no dieron frutos.

A las 9:30 am, la audiencia se instaló formalmente. Luego de la identificación de todos los procesados, acusadores y defensas técnicas, la Fiscal pasó a exponer su caso contra los 5 procesados. Carlos A. conocido también como «El Invisible», identificado como autor mediato, Laura C., alias «La Flaca» como coautora, Erick R., Víctor F., y Alexandra Ch., como cómplices.

Natalia Salazar, defensora de las hijas de Fernando Villavicencio, destacó la importancia de considerar las circunstancias agravantes especificadas en los numerales 2, 4, 14 y 15 del artículo 47 del Código Integral Penal, lo que podría aumentar un tercio a la pena máxima contemplada para el delito.

Estos numerales detallan aspectos como:

  • Uso de precio o recompensa por la comisión del delito
  • Crueldad extrema en su ejecución
  • Impacto en múltiples víctimas 
  • Aprovechamiento de situaciones de calamidad pública o conmoción social para perpetrar el crimen.

En primera instancia, los abogados defensores de los presuntos sicarios negaron la participación de sus clientes en el crimen, y comenzaron los interrogatorios de los testigos. 

Alias «El Invisible» interrumpió la audiencia desde el centro penitenciario La Roca, solicitando defenderse por él mismo. En la sala le aclararon que su defensa técnica es la debe hacer esa labor. 

Los asistentes a la sala pudieron ver estupefactos, a través de la plataforma virtual, el desprecio que mostraban los acusados frente al proceso. Victor. F, Alexandra Ch. y Laura C, se abrazaban y reían, mientras “El invisible” y Erick P. bromeaban de una cárcel a otra, obligando al juez a pedir silencio. 

Lo peor fue cuando Alias «El Invisible» interrumpió nuevamente la transmisión del video, esta vez para contradecir el testimonio del testigo protegido. Justamente cuál AMJP estaba relatando cómo Angulo habría sido parte de la planificación de este crimen, El Invisible abrió micrófono para decir: «Ese man está loco, yo nunca le he conocido».

El testimonio anticipado señala al correismo

Durante la presentación del video completo del testigo protegido se hicieron revelaciones clave.

El «Chino Onda», identificado como Darío Suárez, es mencionado como participante decisivo en el crimen. Actualmente es líder principal en la cárcel de Latacunga y cumple 34 años de prisión por coautor del asesinato de Harrison Salcedo, exabogado de Jorge Glas y Jose Luis Zambrano, alias “Rasquiña”.

El testigo relató en qué grupo trabajaba y con quienes se desenvolvía.  «Nosotros trabajamos por un líder que está en Latacunga”, es el ‘Chino Onda’.  “Nos dedicábamos al reparto dentro del sistema de drogas”, relató el testigo.

“El Chino Onda”, según el mismo testimonio, quería asesinar a Villavicencio porque sería una suerte de “trofeo” y le serviría para escalar posiciones en el mundo criminal, además del control “de medio Quito”, el manejo de las cárceles, rebaja de penas e incluso para obtener la libertad. 

Así mismo en este testimonio anticipado “El Invisible» es identificado como una figura de autoridad en la organización criminal, coordinando operaciones y dando órdenes a través de videollamadas.  

El testigo relata cómo fue involucrado en la entrega de artículos (camisas y gorras) a través de conexiones con personajes como “El Cura” y “La China” conocida por ser pareja de “El Invisible”

El testigo describió un encuentro con un gatillero el 5 de agosto, que él lo conoce como “Colombia” quien intentó reclutarlo para ser “volante”, una oferta que rechazó debido a la naturaleza política del objetivo. «El 5 de agosto, unos días antes se acercó el gatillero, se contactó conmigo. Me llamó para ver si quería ser volante. Le dije que no quería, no sabía quién era pero no quería involucrarme con personas políticas.»

La constante presión y miedo a represalias son evidentes cuando menciona su temor de ser asesinado por negarse a colaborar. «No es cualquier muerte, como nos negamos teníamos miedo que nos maten» también comentó «Discutí con mi esposa, nos faltamos al respeto. Si no nos ponemos en esto van a matar a mi tío que está preso en el Inca»le habría reclamado Laura C. 

Describe también un operativo que incluye la movilización de vehículos y motos, y cómo los miembros de la organización se preparan para una acción coordinada. «En la madrugada llamaron a Chino Onda e Invisible para moverse. Se tanquearon las motos, los carros.»

También menciona una reunión en Quitumbe donde se encontró con varias personas antes de proceder con el operativo. 

 «Todos son Lobos, hasta los colombianos son Lobos», declaró el testigo, una frase que resonó en la sala y añadió más interrogantes sobre el verdadero alcance transnacional de esta banda criminal.

El complejo testimonio del testigo protegido AMJP, revelado íntegramente, por primera vez hacia el medio día de este 25 de junio, incluía una conversación suya con alias «El Cura» cuatro días después del crimen. El Cura le había dicho: …ñaño ni sabes lo que pasó… el dueño del taxi me está buscando… Ahora te cuento que esa cabeza (en referencia a Fernando Villavicencio) “valía 200 mil y le mandó a hacer el gobierno de Correa”. 

El testimonio del testigo protegido es una pieza clave en el juicio, proporcionando no solo nombres y roles dentro de la organización criminal, sino también detalles específicos sobre las operaciones y la estructura de mando.  

El operativo y las detenciones 

El testimonio del Capitán de la Policía Andrés Auquilla, a las 15:42 pm, detalló el operativo que llevó a la detención de los sicarios. Describió como a través de cámaras de Ojo de águila y un operativo en conjunto, en menos de tres horas ya habían dado con el escondite de los sicarios, que luego fueron asesinados en las cárceles ecuatorianas. También se detaló cómo encontraron armas, granadas y otros implementos en el lugar del arresto. 

Se receptaron los testimonios de quienes periciaron los cuerpos, los heridos, las granadas encontradas, que por suerte, no se detonaron. “Habría tenido consecuencias letales” agregaba el experto en explosivos. 

Saber que los hombres que ejecutaron el crimen fueron capturados con tal cantidad de armamento fue aterrador, sobretodo cuando aún hay narrativas que pretender decir que este crimen habría sido producto de la ola de violencia y de la “delincuencia común”.

El día fue largo y agotador. Finalmente, a las 16:48 pm, el juez anunció la suspensión de la audiencia hasta el día siguiente a las 8:30 am. La sensación de agotamiento y frustración entre los asistentes presenciales y virtuales, era palpable.

Hoy, el tribunal fue testigo de un desfile de pruebas y testimonios que pintaron un cuadro sombrío de los eventos que llevaron al asesinato de Fernando Villavicencio. Cada palabra y cada imagen presentada en la audiencia fueron un recordatorio del costo humano de la violencia y la corrupción. Mientras la audiencia se reiniciará mañana, la búsqueda de justicia continúa. (PERIODISMO DE INVESTIGACION LA FUENTE)