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Caída de exportaciones influye en la deflación que sufre el país

Los resultados económicos del primer trimestre de 2024 presentados por el Banco Central del Ecuador, revelan preocupantes signos de deflación en la economía del país. Esta situación económica desafía a las autoridades y sectores productivos a encontrar soluciones eficaces para estabilizar y revitalizar el mercado interno.

Elías Carrillo, ingeniero comercial y asesor empresarial, explicó que el Producto Interno Bruto (PIB), un indicador clave que mide la producción de bienes y servicios en el país, muestra cifras negativas. Este descenso se debe a varios factores críticos. A pesar que en dicho informe, indica que el PIB creció un 1,2% en comparación del año 2023.

La disminución del gasto del gobierno en un 0,3% es reflejo de un ajuste fiscal que busca equilibrar las finanzas públicas, pero que tuvo efectos adversos en la economía real.

Asimismo, el gasto de consumo de los hogares cayó un 1,1%, lo que indica una pérdida de confianza de los consumidores y un deterioro del poder adquisitivo de la población, explicó.

Las exportaciones, que tradicionalmente fueron un pilar de la economía ecuatoriana, también sufrió una caída del 0,5%. Esta disminución se atribuye a varios factores, incluyendo la desaceleración de la demanda global, problemas logísticos, y la competencia en los mercados internacionales.

Por otro lado, la inversión se redujo en un 0,3%, lo que refleja la incertidumbre económica y la cautela de los inversionistas ante un panorama incierto. Las importaciones, que se contrajo en un 3,3%, indican una menor demanda interna y un ajuste en las compras externas, afectando negativamente a sectores dependientes de insumos importados.

El ingeniero enfatizó que, aunque hay producción, no hay consumo. “Se produjo en base a inventarios, pero no hay quien consuma, por eso hay deflación”, explicó.

La falta de consumo llevó a una disminución de los precios, un fenómeno que refleja la deflación, donde los precios caen debido a la falta de demanda. “La deflación sostenida es muy perjudicial porque no hay fuente de empleo, no hay producción, y los precios caen”, añadió.

El impacto de la deflación es significativo y tiene múltiples repercusiones en la economía del país. Carrillo destacó que la falta de consumo y producción afecta gravemente al empleo.

La reducción de la actividad económica conduce inevitablemente a una contracción del mercado laboral, generando desempleo y subempleo. Las empresas, al ver una disminución en la demanda de sus productos y servicios, se ven obligadas a reducir costos, lo que a menudo implica despidos y reducción de jornadas laborales.

IMPACTO EN EL ORO

En cuanto a la provincia de El Oro, conocida por sus exportaciones de banano y camarón, Carrillo mencionó que la disminución en la producción de banano debido a una nueva plaga y la reducción del número de trabajadores en las bananeras afecta la economía local.

Además, la baja en las exportaciones impacta directamente en los ingresos de la provincia, afectando a toda la cadena de valor asociada a estas actividades productivas.

El ingeniero también destacó el papel crucial de las remesas enviadas por los migrantes ecuatorianos en la economía del país. Según el Banco Central, las remesas alcanzaron USD 1.394 millones, superando las ventas no petroleras a Estados Unidos.

Carrillo señaló que estas remesas son esenciales para la economía ecuatoriana, representando un ingreso vital para muchas familias que dependen de estos recursos para su sustento diario.

Sin embargo, lamentó la falta de políticas para canalizarlas hacia la inversión productiva. “Es necesario brindar confianza a los migrantes y sus familiares en Ecuador y fomentar la inversión en infraestructura y en sectores productivos”, subrayó.

MEDIDAS

Para abordar estos desafíos, Carrillo propuso varias medidas para estabilizar la economía. Una de sus recomendaciones clave es la optimización del gasto público, orientando los recursos hacia áreas que generen un mayor impacto en el crecimiento económico y el bienestar social.

También sugirió la reducción de impuestos para fomentar el consumo, una medida que podría aliviar la carga fiscal sobre los hogares y estimular la demanda interna.

La diversificación de la economía es otra estrategia fundamental propuesta por Carrillo. Ecuador, con su dependencia en sectores específicos como el petróleo y la agricultura, necesita explorar nuevas oportunidades en industrias emergentes y tecnológicas.

Esto no solo reduciría la vulnerabilidad ante shocks externos, sino que también crearía nuevas fuentes de empleo y crecimiento.

Carrillo también subrayó la importancia de la educación y la capacitación en este proceso de diversificación. “Es crucial invertir en la formación de nuestra fuerza laboral para que puedan adaptarse a las nuevas demandas del mercado”, indicó. Esto incluye no solo la educación formal, sino también programas de formación técnica y profesional que preparen a los trabajadores para los empleos del futuro.

La mejora de la infraestructura también es una prioridad.

Una infraestructura robusta no solo reduce los costos de transporte y mejora la eficiencia logística, sino que también es un atractivo clave para los inversores extranjeros.

El acceso al crédito es otro aspecto crítico. “Es esencial que las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) tengan acceso a financiamiento a tasas competitivas”, enfatizó.

Las PYMEs son el motor de la economía ecuatoriana, y su capacidad para crecer y generar empleo depende en gran medida de su acceso a capital. “El gobierno debe trabajar con los bancos para garantizar que el crédito esté disponible y sea accesible para las PYMEs”, añadió.

Además, Carrillo hizo hincapié en la necesidad de fortalecer las instituciones y mejorar el clima de negocios. La transparencia y la eficiencia en la administración pública son fundamentales para crear un entorno favorable para los negocios y atraer inversiones. (MARIA JOSE ALBA – DIARIO CORREO)

Desempleo en Ecuador se ubica en 3,1 % a junio de 2024

Estas son las cifras sobre empleo, desempleo y subempleo que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) respecto al periodo de junio de 2024.

Como principales resultados se remarca que la tasa de desempleo se redujo y fue del 3,1 % en junio de 2024, una disminución en 0,7 puntos en comparación con la tasa de junio del 2023, el indicador de empleo adecuado se colocó en 35,4 %, un aumento de 1 punto, en relación al mismo mes en 2023.

La composición de la población en edad de trabajar (PET) para el periodo de junio del presente año fue de 13,2 millones de personas, mientras que la población económicamente activa (PEA) fue de 8,7 millones de personas y la población económicamente inactiva (PEI) fue de 4,5 millones.

En junio de 2024, a nivel nacional de la población total el 71,1 % estuvo en edad de trabajar; el 65,7% de la población en edad de trabajar fueron económicamente activos y de la población económicamente activa el 96,9 % tuvieron empleo. (DIARIO CORREO)

La tasa de empleo en junio de 2024 se posicionó en los 8′680.135 personas con trabajo, equivalente al 96,9 %, un diferencial de 0,7 puntos en relación al mismo mes en 2023. En cuanto al empleo adecuado este aumentó en 1 punto de 34,5 % en junio de 2023 a 35,4 %, pues en el periodo de junio de 2024 hubieron 3′074.822 personas que contaron con un empleo pleno.

La cifra de desempleo fue de 3,1 % en junio de 2024, una disminución en 0,7 puntos en comparación a junio de 2023, y una reducción de 0,4 puntos si lo contrastamos con la tasa del mes de mayo que se posicionó con el 3,5 %. En junio de 2023, 323.612 personas se encontraban desempleadas, en este mismo mes en 2024, son 272.275 las personas sin empleo.

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