RADIO COLOSAL

1040 AM HD

Un profesor que trabaja en Nueva Prosperina reveló cómo los menores son reclutados por bandas dentro de colegios

Un profesor que trabaja en el peligroso distrito de Nueva Prosperina, noroeste de Guayaquil, aceptó una entrevista con Televistazo para contar cómo los establecimientos educativos sirven como una plataforma para las mafias, quienes reclutan a los alumnos con más destrezas.

“Si un chico es muy hábil, incluso con las matemáticas, pueden reclutar para que hasta se haga trabajos de contabilidad dentro de la organización. ¿Por qué? Porque todos esos tipos de habilidades son los que ellos necesitan básicamente”, reveló.

El maestro, quien tiene siete años de experiencia, dijo que ha sido testigo de estudiantes que van borrachos o drogados a clases, o incluso golpeados, porque han tenido inconvenientes con otros grupos delictivos, o con sus propias organizaciones.

Dijo que parte de esos menores tratan de escalar en esas jerarquías ilícitas reclutando a quienes le pueden convenir para su pandilla. Ejemplificó que quienes saben manejar moto entran de inmediato.

El docente apuntó que quienes hacen el trabajo sucio de estos grupos delictivos son los menores de 12 a 15 años porque ellos idolatran ser parte de esas organizaciones.

“Este sentido de pertenencia lo llevan desde el cabello, los tatuajes, y la vestimenta”, expresó, contando que está enraizada la narcocultura en varios adolescentes.

Señaló que han logrado ingresar armas dentro de los planteles de forma muy sigilosa, pero que no la han utilizado hasta el momento. Indicó que algunas organizaciones tienen prohibida la venta de drogas, porque su negocio actual son las extorsiones.

“Ahorita su negocio es la extorsión que recaudan más dinero a través de locales o a viviendas”, contó. El docente detalló que hay muchos casos donde familias han huido del sector por amenazas directas, porque los chicos no se quisieron unir a la mafia.

Lamentó que no pueden reportar estos casos, o hablar estrictamente con los estudiantes, porque temen de alguna represalia. “No sabemos a qué nos abstenemos al momento de hacerlo. No sabemos si al salir de la institución alguien nos va a estar esperando“, contó.

Expresó que los docentes no cuentan con tecnología ni programas que les permitan evitar que los menores sean reclutados por las mafias.

“Si se pudiera trabajar en ellos tendrían mucho más recursos para cómo buscar una mejor vida y no integrarse estas organizaciones”, concluyó. (ECUAVISA)

About The Author