El Senado de Estados Unidos ha aprobado este martes por un margen mínimo el controvertido plan fiscal y presupuestario impulsado por el presidente Donald Trump. La propuesta, bautizada por el mandatario como el “gran y hermoso proyecto de ley” ha sido aprobada 51 a 50 gracias al voto de desempate del vicepresidente J.D. Vance. Solo tres de los 53 senadores republicanos se han opuesto a la iniciativa.
El proyecto de ley deberá regresar ahora a la Cámara de Representantes para su revisión y votación final. De aprobarse, la cámara, que ya ha fijado el debate de la medida para el miércoles, deberá enviarla para su firma a la Casa Blanca antes del viernes. La votación en dicho órgano, donde los republicanos poseen una mayoría por la mínima, también se espera que sea muy reñida.
Pese a los riesgos de un impasse, Donald Trump ha expresado su seguridad de que a la ley “le irá bien” en la Cámara de Representantes. “Es un gran proyecto de ley. Hay algo para todos, y creo que va a funcionar muy bien (…) De hecho, creo que será más fácil que en el Senado”, ha establecido.

El plan, centro de intensas disputas políticas, incluye amplios recortes fiscales y ajustes presupuestarios que han generado críticas tanto entre legisladores demócratas como en sectores económicos que advierten sobre su impacto en el déficit federal.
La medida restringe el acceso a programas sociales como Medicaid y asistencia alimentaria, afectando especialmente a los sectores más pobres. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que el plan aumentará la deuda en 3.3 billones, elevando el techo de deuda en 5 billones para evitar un impago este verano.
El paquete también ha generado divisiones internas en el Partido Republicano, con conservadores duros que exigen mayores recortes y moderados que defienden mantener paquetes como el Medicaid para evitar daños en zonas rurales y a hospitales locales. Trump ha presionado públicamente para que no haya disidencias, marginando a quienes se oponen.
De hecho, al ser preguntado por los aproximadamente 11,8 millones de personas que podrían perder el acceso al programa sanitario Medicaid para personas de bajos recursos, Trump ha asegurado que será “una cifra mucho menor” y que solo se recortará el “despilfarro, fraude y abuso” dentro de ese plan.
La mayoría de republicanos respaldan la ley pese a las críticas
La mayoría de senadores republicanos han impulsado sin ambages el ambicioso proyecto de ley de recortes fiscales y gasto de Trump y que, según la Oficina de Presupuesto del Congreso el plan aumentará la deuda en 3.3 billones, elevando el techo de deuda en 5 billones para evitar un impago este verano.
Los republicanos, respaldados por grupos empresariales, han sostenido que extender y ampliar los recortes fiscales de 2017, que iban a expirar en 2025 para limitar el impacto en el déficit, no aumentará la deuda. Sin embargo, expertos consultados por Reuters han advertido que esta postura pone en riesgo la salud fiscal del país, incrementa el déficit y las tasas de interés, y genera riesgos económicos graves.
Por otro lado, los demócratas han calificado el argumento republicano como una falsedad que beneficia a los ricos, aumenta impuestos a trabajadores y recorta programas sociales.
Tras conocerse su aprobación, el mercado de bonos ha dado muestras de nerviosismo, reflejado en subidas en las tasas de interés de deuda a corto plazo. Trump ya presionó semanas atrás a la Reserva Federal para reducir las tasas al 1%, buscando mitigar así el impacto del déficit. Sin embargo, el organismo desestimó las peticiones del presidente y mantuvo los tipos sin cambio.
Fuente: RTVE
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