El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha aprobado un fallo que permite a los padres con creencias religiosas sacar a sus hijos de las clases en las que se imparten contenidos LGTBIQ+ en su centro educativo. En VerificaRTVE te explicamos las claves del fallo del más alto tribunal estadounidense en un caso en el que entran en conflicto las creencias religiosas de los padres y los derechos de la comunidad LGTBIQ+.
En un fallo aprobado el 27 de junio por una mayoría de 6 jueces a favor y tres en contra, el Supremo consideró que “un gobierno obstaculiza el ejercicio religioso de los padres cuando les exige someter a sus hijos a una instrucción que representa una amenaza muy real de socavar las creencias y prácticas religiosas que los progenitores desean inculcar”. Las escuelas no podrán exigir que los niños participen en las clases que involucren libros que puedan ser rechazados por motivos religiosos por los padres de los alumnos.
El juez autor de la decisión, Samuel Alito, señaló en el fallo: “Hace tiempo que reconocemos los derechos de los padres a dirigir ‘la educación religiosa’ de sus hijos. Y hemos sostenido que esos derechos son violados por políticas gubernamentales que interfieren sustancialmente con el desarrollo religioso de los niños”.
Por su parte, la jueza liberal Sonia Sotomayor se mostró en contra de que prime la decisión de los padres por motivos religiosos y explicó que las escuelas públicas estadounidenses educan a niños de todas las religiones y orígenes, además de que les ayudan a vivir en una sociedad multicultural como es la estadounidense. “Esa experiencia es fundamental para la vitalidad cívica de nuestra nación. Sin embargo, se convertirá en un mero recuerdo si los niños deben estar aislados de la exposición a ideas y conceptos que puedan entrar en conflicto con las creencias religiosas de sus padres. El fallo de hoy marca el comienzo de esa nueva realidad”, manifestó.
Los jueces de tendencia conservadora Clarence Thomas, Neil Gorsuch, Amy Coney Barrett, Brett Kavanaugh, tres de ellos nombrados por Donald Trump, y el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, también se decantaron del lado de los padres en el caso, al igual que Samuel Alito.
Trump celebra la decisión
Uno de los libros que el Supremo pone como ejemplo en el caso es “Prince & Knight“, un cuento que transmite el mensaje de que el matrimonio entre personas del mismo sexo debería de ser aceptado y es motivo de celebración. Otro de los libros involucrados en el caso es “Born Ready” , en el que una niña aficionada al skate acaba por confesar a su madre que es un niño y esta lo acepta.
Trump ha celebrado la decisión del alto tribunal y ha asegurado que es “una gran sentencia”: “Es una gran decisión para los padres. Perdieron el control de las escuelas, perdieron el control de sus hijos, y esta es una tremenda victoria para los padres”.
Organizaciones LGTBIQ+ y sindicatos han advertido de que el fallo del Supremo podría abrir la puerta a la censura de contenidos educativos en colegios e institutos. PEN America, organización sin fines de lucro que defiende la libertad de expresión, ha denunciado que el fallo tiene tanto que ver con la libertad de expresión como con la libertad de religión. “Una exclusión voluntaria enfriaría la libertad de expresión de estudiantes, profesores y autores y constituiría discriminación de puntos de vista, lo que plantearía preocupaciones fundamentales sobre la Primera Enmienda”, ha afirmado Eileen Hershenov, directora jurídica de PEN America. En este sentido, ha asegurado que “esto quitaría a los estudiantes el acceso a una literatura diversa que estimule la empatía, la comprensión y los prepare para vivir en una sociedad pluralista”. “Este caso no existe en el vacío y un fallo que exija esta exclusión voluntaria probablemente acelerará el ya terrible estado de las prohibiciones de libros y la censura educativa en todo el país”, ha recalcado.
¿Cómo empezó el caso?
El fallo del Tribunal Supremo hace referencia al caso Mahmoud frente a Taylor en el condado de Montgomery, en Maryland, en 2022. En este proceso, un grupo de padres musulmanes y cristianos demandó al sistema escolar público del condado cuando se introdujeron libros con personajes y temas LGBTQ+. Estos padres pidieron que les avisaran cuando estos libros fueran usados en las clases para poder retirar a sus hijos y el centro educativo se negó a ofrecer esa opción.
Los padres alegaron que estaban sufriendo una violación de sus derechos amparados por la Primera Enmienda (la referida a la libertad religiosa), al considerar que no podían educar a sus hijos según sus creencias si asistían a esas clases. Al principio permitieron que los estudiantes pudieran faltar a dichas clases, pero debido al gran número de solicitudes y el absentismo de los estudiantes, la junta escolar cambió su política.
“La práctica de educar a los hijos en las propias creencias religiosas, como todos los actos y prácticas religiosas, recibe una generosa medida de protección de la Constitución”, añadió el Supremo y remarcó que ese derecho no es solo enseñar religión en la propia casa, él sostiene que “se extiende a las decisiones que los padres desean tomar para sus hijos fuera del hogar. Protege, por ejemplo, la decisión de un padre de enviar a su hijo a una escuela religiosa privada en lugar de una escuela pública”.
El Supremo prima, con esta decisión, las creencias religiosas sobre la educación en diversidad sexual. Durante los últimos años, el alto tribunal ha expandido los derechos de las personas religiosas en otros casos relacionados con las personas LGTBIQ+. En 2023, se dictaminó que las empresas tienen derecho a negarse a promocionar servicios para bodas entre personas del mismo sexo.
Fuente: RTVE
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