Lawrence Reed.- No lo verás en CNN ni en el resto de los medios de comunicación de izquierda y noticias falsas, pero en Argentina está en marcha un auténtico milagro.
Ya conocemos esta historia. El guion siempre es el mismo: los políticos socialistas prometen el cielo y terminan conduciendo al país hacia el abismo. No aprenden nada del daño que causan, así que, tarde o temprano, alguien que entiende de economía básica y naturaleza humana repara el desastre con menos Estado y más capitalismo.
No conozco ningún ejemplo histórico del caso contrario: en el que el capitalismo cause un desastre y el socialismo lo arregle. Ninguno.
A fines de los años 40, el socialismo alemán fue abandonado a favor de una economía de libre mercado (capitalista) y, en menos de una década, el mundo quedó maravillado con el “milagro económico alemán”. Al mismo tiempo, Japón prosperó por razones similares ligadas al libre mercado.
De igual forma, mientras Reino Unido abrazaba el “socialismo democrático” tras la guerra, su colonia asiática, Hong Kong, florecía como la economía más libre y capitalista del planeta. Pocos años después, Reino Unido se convirtió en el “enfermo de Europa”, lo que llevó a la revolución Thatcher, mientras que Hong Kong alcanzaba niveles de vida cada vez más altos, incluso con una población que se multiplicó por diez.
En los años 80, el estado de bienestar socialista de Nueva Zelanda generó una preocupante parálisis. Pero en solo dos años, Auckland redujo el tamaño del gobierno del 60% al 40% del PIB, desreguló mercados y recortó el gasto público. Hoy, como una de las economías más libres del mundo, Nueva Zelanda resuelve problemas en vez de crearlos mediante nuevas políticas socialistas.
Mientras el candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York propone supermercados estatales, aumentos masivos de impuestos y gasto, controles de precios y alquileres, y “gratuidades” de todo tipo, muchos que ya han transitado ese camino concluyen que se trata de un lunático —sin experiencia laboral en el mundo real y con un diploma inútil de una universidad de izquierda. Y tienen razón.
Y ahora, Argentina
Hace poco más de un siglo, Argentina era uno de los países más ricos del mundo. Luego, una sucesión de regímenes socialistas desmanteló el capital del país con una expansión masiva del Estado, impuestos, gasto asistencial, subsidios, controles de precios, emisión monetaria, proteccionismo, corrupción y burocracia. Argentina fue directamente al basurero.
¿Eran los socialistas argentinos simplemente tontos? ¿Miraban tanto CNN que ni sabían de economía ni de historia? El economista Daniel Lacalle lo ve de otro modo. Al analizar los últimos gobiernos en Buenos Aires, concluyó que no hundieron la moneda, la economía ni los ingresos por incompetencia, sino por diseño: para crear una sociedad dependiente, esclavizada al Estado depredador como en Venezuela, Cuba y Nicaragua. El Estado es el dios de la religión socialista, y por eso siempre es una moneda al aire decidir si el socialista es ignorante o malintencionado.
Los argentinos finalmente aprendieron la lección y se cansaron de las promesas cínicas y los pésimos resultados del socialismo. En noviembre de 2023, eligieron presidente a Javier Milei. Con motosierra en mano, prometió recortar el sector público y liberar la economía.
Milei conoce la historia y la economía, y no tiene ningún interés en planificar la vida económica de los demás “por su propio bien”, como hacen los socialistas. En una ocasión explicó el recorrido reciente de Argentina con estas palabras:
“Treinta y cinco años después de adoptar el modelo de la libertad, en 1860, nos convertimos en una potencia mundial. Y cuando abrazamos el colectivismo durante los últimos 100 años, vimos cómo nuestros ciudadanos comenzaron a empobrecerse sistemáticamente, y caímos al puesto 140 a nivel global.”
Los resultados
En sus primeros 18 meses de gobierno, Milei eliminó la mitad de los ministerios del gobierno central. Redujo la nómina pública en decenas de miles de empleados, permitiendo reducir impuestos y fomentar el crecimiento del sector privado. El déficit fiscal crónico ha desaparecido, y hoy el presupuesto tiene superávit. La inflación, una de las más altas del mundo hace apenas dos años, ahora es apenas una décima parte de lo que era.
Los controles de alquileres impuestos por los anteriores planificadores socialistas generaron una grave escasez. Milei los eliminó, y ahora Buenos Aires muestra una caída real en los precios de alquiler, con nuevas propiedades entrando al mercado cada trimestre.
La tasa de pobreza, que era altísima en 2023, ha bajado desde que Milei asumió el cargo. La economía, antes atrapada en una recesión crónica, ahora crece a un ritmo sorprendente del 6 al 7 por ciento. Las encuestas muestran que Javier Milei es uno de los presidentes más populares del mundo.
El milagro económico argentino está ocurriendo frente a nuestros ojos. Tal vez “milagro” no sea el término adecuado, ya que eso implicaría que esta transformación desafía las leyes de la naturaleza o de la economía. No es así. Es simplemente lo que sucede cuando un Estado coercitivo, clientelar y entrometido se aparta del camino, mantiene la paz y deja que la gente prospere en libertad.
Citas de Milei
Javier Milei es un héroe, un modelo de estadista con el coraje de hacer lo correcto. Su franqueza deja en evidencia a los políticos ambiguos y oportunistas que abundan hoy en día. Cierro con una muestra de sus observaciones más incisivas:
- “El Estado no crea riqueza; el Estado la destruye. El Estado no puede darte nada porque no produce nada, y cuando lo intenta, lo hace mal.”
- “Si imprimir dinero acabara con la pobreza, imprimir diplomas acabaría con la estupidez.”
- “Lejos de ser la causa de nuestros problemas, el capitalismo de libre mercado como sistema económico es el único instrumento que tenemos para erradicar el hambre, la pobreza y la miseria extrema en el planeta. La evidencia empírica es incuestionable.”
- “Los países con más libertad son 12 veces más ricos que los reprimidos. El percentil más bajo de ingresos en países libres está mejor que el 90% de la población en países oprimidos. La pobreza es 25 veces menor y la pobreza extrema 50 veces menor. Y los ciudadanos de países libres viven un 25% más.”
- “Nunca debe olvidarse que el socialismo es siempre y en todas partes un fenómeno empobrecedor que ha fracasado en todos los países donde se ha aplicado. Ha fracasado económica, social y culturalmente, y además ha asesinado a más de 100 millones de personas.”
- “El caso de Argentina es una demostración empírica de que no importa cuán rico seas, cuántos recursos naturales tengas, cuán capacitada esté tu población o cuánto oro haya en tu banco central: si se adoptan medidas que impiden el libre funcionamiento de la competencia, el sistema de precios, el comercio y la propiedad privada, el único destino posible es la pobreza.”
Lawrence W. Reed es presidente emérito y embajador global de la libertad en la Foundation for Economic Education en Atlanta, Georgia.
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