Once años después de la desaparición de Silvia Gloria Gallardo, una mujer de 34 años oriunda de San Javier y Yacanto, las autoridades cordobesas detuvieron a su hija y a su yerno por su posible responsabilidad en el caso. Ambos quedaron acusados de homicidio agravado por el vínculo.
Los sospechosos son Yamila Micaela Gallardo, hija de la víctima, actualmente de 29 años, y su pareja Hugo Alberto Suárez, de 33. Fueron detenidos en un domicilio del centro de la ciudad de Córdoba, en un allanamiento solicitado por la fiscalía de instrucción a cargo de Eugenia Ferreyra.
La causa por la que quedaron tras las rejas es la desaparición y presunto asesinato de Silvia, quien fue vista por última vez el 12 de febrero de 2014 en la mencionada pequeña localidad del Valle de Traslasierra.
Por entonces, Gallardo tenía una rutina semanal. Viajaba dos veces por semana a la capital cordobesa, donde trabajaba como martillera. El día de su desaparición ya contaba con el pasaje para volver a la ciudad, pero nunca llegó a subir al colectivo.
La pareja detenida este martes
Desde ese momento, su familia perdió contacto y comenzaron las sospechas por parte de los hermanos de Silvia, quienes desde hace años sostienen que se trató de un crimen y apuntan a la pareja recientemente detenida.
La denuncia formal por desaparición la hizo Analía Prado, hermana de Silvia, casi dos semanas después, cuando junto a sus hermanos supieron que la mujer jamás llegó a Córdoba ni retomó contacto con ninguna persona de confianza.
Al reconstruir los días previos, la familia notó señales preocupantes. Silvia había pasado unos días de vacaciones en su casa de Traslasierra y había tenido discusiones con su yerno.
Según relataron sus hermanas en distintas apariciones públicas a lo largo de todo este tiempo, la convivencia dentro de la vivienda que Silvia había construido se había tornado insostenible, especialmente con Suárez. Fue en medio de esas circunstancias que la mujer se esfumó.
Imagen de un allanamiento realizado en 2019
En una entrevista con La Voz, las hermanas además contaron que, tras la desaparición de Silvia, aparecieron muertas varias mascotas que vivían con ella. Por ello señalaron al hombre. También aseguraron que Yamila y su novio comenzaron a vender objetos personales de la mujer y que, tras una primera inspección policial en un pozo cercano a la casa, la hija y el yerno se marcharon a Córdoba, llevándose solo algunas pertenencias.
La causa judicial avanzó con muchas demoras, con cambios de fiscal y medidas que la familia consideró insuficientes. Se realizaron operativos en un pozo balde del terreno lindero, donde solo hubo excavaciones superficiales, pese a que los familiares insistieron en que podía haber restos de Silvia en el fondo, pero nunca se intensificó el rastrillaje.
Los familiares de Silvia no solo pidieron justicia en los tribunales sino que impulsaron marchas y campañas en redes sociales. Armaron perfiles para mantener vivo el reclamo y, cada año, el aniversario de la desaparición suma mensajes de pedido de justicia y cuestionamientos al avance de la causa, direccionaron sus sospechas hacia Suárez y también hacia Yamila, a quien señalaron como posible encubridora o partícipe.
En medio de las idas y vueltas judiciales, la madre de Silvia murió en 2022 sin obtener respuestas. En tanto, el Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa que ascendió a dos millones de pesos para quien aportara datos sobre el paradero de la mujer.
La investigación se aceleró tras llegar a manos de la fiscal Ferreyra. El cuerpo de Silvia nunca fue encontrado, pero la Justicia considera acreditado su fallecimiento y avanzó con las imputaciones contra los detenidos, que serán indagados en las próximas horas.
Durante el allanamiento, la Policía secuestró teléfonos celulares y otros elementos de interés.
Fuente: Infobae
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