Era 1990, no fue el primer paro nacional, pero sí el más grande, el más imponente, el más radical. Era lunes, 28 de mayo, el presidente era Rodrigo Borja, cuando las noticias contaron acerca de una sorpresiva toma de la Iglesia de Santo Domingo, en la capital.
Un grupo nutrido de indígenas pedía desde ahí ser escuchado, incluso los líderes tenían una carta, con una lista de peticiones, dirigida al presidente Borja. Exigían el derecho a la tierra, legalizaciones gratuitas de territorios ancestrales, agua para riego y para consumo, educación bilingüe, etc.
Poco a poco, los reclamos se extendieron por todo el país. La salida llegó una semana después, con la mediación de la conferencia episcopal y una mesa de diálogo en la que se sentaron iglesia, Conaie y Gobierno. De ahí salió un acuerdo que constaba de 23 puntos y que permitió el levantamiento del paro.
A partir de entonces, con un movimiento indígena consolidado como una fuerza importante, hubo más levantamientos, en cada gobierno.
Protestas desde 1994
En 1994, en el Gobierno de Sixto Durán Ballén, la Conaie protestó por la Ley Agraria.
En el 2006, con Alfredo Palacio, la protesta fue por la firma del tratado de libre comercio y en ambas ocasiones, la conferencia episcopal medió y se llegó a acuerdos.
Hubo otras protestas que no terminaron con diálogo, sino con la caída de un gobierno.
En el 2000 hubo un levantamiento indígena militar, que derivó en el derrocamiento de Jamil Mahuad y la instauración de un triunvirato temporal, que incluía al líder indígena Antonio Vargas.
Movilizaciones recientes
Más adelante en la historia, ya durante el gobierno de Rafael Correa, hubo varios levantamientos.
Los del 2009 y 2010 terminaron con un diálogo entre las partes, pero en el 2015 las cosas cambiaron. La Conaie lideró un levantamiento que exigía el archivo de algunas enmiendas constitucionales en las que se incluía, por ejemplo, la reelección indefinida y el impuesto a la herencia.
Esta vez no hubo diálogo, ni intermediarios. Cerca de 300 manifestantes fueron judicializados y cerca de un mes después, hubo una asamblea indígena que decidió la terminación unilateral del paro.
El siguiente gran levantamiento fue en el 2019, durante el gobierno de Lenin Moreno. La causa de la protesta fue la liberalización del precio de los combustibles. La Conaie, los transportistas y varias organizaciones sociales se unieron y el paro comenzó el 2 de octubre
Fueron 11 días en los que la violencia se tomó el país y sobre todo, a Quito.
Tras sumar 500 personas heridas, seis muertas y miles de millones en pérdidas, el diálogo logró un acuerdo. Con la mediación de la Conferencia Episcopal, el Gobierno cedió y derogó el decreto de la eliminación del subsidio a los combustibles.
Y tres años después, otra vez.
Ya estaba Guillermo Lasso al mando del país y el levantamiento fue por el incremento de los combustibles y del costo de la vida en general. Las manifestaciones duraron 18 días y el paro terminó, nuevamente, tras la intervención de la Conferencia Episcopal y la instauración del diálogo.
La siguiente protesta indígena fue la que acaba de terminar, sin diálogo, sin acuerdos, tras 31 días de enfrentamientos y paralización. (ECUAVISA)

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