Todo empezó a las 23h50 cuando parte de la vivienda de Rosa Cajamarca, ubicada en el barrio 12 de Octubre de la cooperativa Unión Cívica, se consumió por un incendio.
Dentro del inmueble se encontraban tres de sus hijos: Tito Loor, de 14 años; Jonathan David Loor Cajamarca, de 9; y Ángel Moisés Cajamarca Barzallo, de 3 años y medio.
Una vecina del sector señaló que fue su hija quien escuchó los gritos de un niño que decía: “Incendio, incendio”.
“Todos dormíamos a esa hora de la noche, mi hija pensaba que era la mamá que le estaba pegando al niño, los perros ladraban cuando mi hija se asomó por la ventana y vio que las llamas estaban consumiendo la casa de una de las vecinas. Enseguida me despertó para contarme lo que sucedía, pensé que era algo pequeño, pero al salir me topé con algo fuerte”, dijo la mujer, quien prefirió omitir su nombre.
Enseguida todos los vecinos se alarmaron y salieron de sus casas para ver lo que ocurría.
Inmediatamente dieron aviso al ECU 911.
Al lugar llegó el Cuerpo de Bomberos, pero las llamas ya habían consumido la habitación donde estaban durmiendo los tres menores.
Tito, el mayor de sus hermanos, logró salir por una ventana de madera que estaba sin protección en la parte trasera de la vivienda.
Versiones de los habitantes aseguran que el niño saltó por la ventana, pero sus dos hermanos, de 9 y 3 años y medio, quedaron adentro.
“El niño mayor (Tito) gritaba llamando a sus hermanitos, pero no respondían porque estaban asfixiados del humo”, dijo un morador.
“Yo quise salvarlos, pero ya no avancé, mis hermanos se quemaron”, repetía Tito mientras estaba afuera de su casa observando cómo las llamas devoraban sus pertenencias.
Los habitantes del barrio señalaron que se vivieron momentos desgarradores y de mucha impotencia porque no pudieron hacer nada para salvar a los pequeños.
“Es algo duro, lamentable, una tristeza que embarga a este sector porque son niños que todos los días los veíamos jugando en la cancha, unas horas antes de la tragedia estaban corriendo y riendo por el sector”, dijo entre lágrimas una de las vecinas.
La tragedia duró hasta las 02h30 de la madrugada del sábado.
Al lugar llegó también el carro de Medicina Legal para retirar los cuerpos de los menores.
Su madre no estaba en casa cuando ocurrió el incendio
Rosa Cajamarca, de 38 años, madre de las víctimas, señaló que la tarde del viernes había salido a trabajar, dejando a sus hijos solos en casa.
Ella dijo que durante el día se dedica al reciclaje y a la venta de frutas, mientras que en las noches realiza masajes de relajación.
Ella ratificó que en el momento de la tragedia los niños estaban solos.
La mujer apareció al siguiente día del lamentable suceso, según indicaron algunos moradores, ellos afirman que trataron de comunicarse con ella en la madrugada, pero no salían las llamadas.
Rosa manifestó que el incendio se provocó por una vela que estaba encendida en la habitación de los menores.
“Al más pequeño no le gustaba dormir a oscuras”, decía la mujer.
Además indicó que desde hace dos meses tenía cortado el servicio de luz.
Ella es de escasos recursos y asegura ser madre soltera. Tiene cuatro hijos, uno de ellos, que es de otro compromiso, tiene 11 años y vive con su papá.
Jonathan estudiaba en la escuela Darío Kanyat, mientras que Ángel Moisés no estaba estudiando porque a Rosa no le alcanzaba para darle el estudio.
“Una semana antes le dije a Dios que no podía seguir así y ahora esta es la respuesta. Mi hijo, el más pequeño, era mi compañero, pero creo que ahora están en un mejor lugar”, expresó la mujer.
Ella dijo que era padre y madre para sus hijos.
Los cuerpos de los menores fueron retirados de la morgue ayer, aproximadamente a las 17h30.
Están siendo velados en el barrio 24 de Mayo de la cooperativa Villa Florida, en la casa de un familiar de Rosa. (ALDIA)
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