Quizá esperaba que no hubiese ningún contratiempo de salud y que el reinado de su padre, Carlos III de Inglaterra, fue parecido al que tuvo su abuela, Isabel II, aunque por motivos obvios no tan longevo. Pero el anuncio del cáncer del monarca, eclipsado por el de su esposa, Kate Middleton, también ha provocado que el príncipe Guillermo de Inglaterra esté más que nervioso.
Según ha explicado la periodista especializada en la familia real británica Tina Brown en uno de sus últimos artículos para el periódico The New York Times, “la noticia casi simultánea del cáncer del rey Carlos [y el de Kate] ha puesto a Guillermo y su esposa ante una proximidad aterradora para ascender al trono justo en el momento para el que habían esperado durante años, en el que poder criar a sus hijos lejos del ojo público”.
Brown, quien fuera editora jefe de la revista Vanity Fair, ha añadido que uno de los problemas con los que ha tenido que lidiar el matrimonio recientemente ha sido el estrés que le ha provocado a la pareja la idea de que el príncipe Guillermo se tenga que convertir en el soberano reinante en poco tiempo.
“Según he podido saber, la perspectiva de que esto sea así les está causando una enorme ansiedad”, ha escrito la experta, que agrega a esa inquietud la cantidad de escándalos que rodean a la familia real y que no se han resuelto o zanjado, esperando que lo hiciera su padre durante su mandato.
Pone como ejemplos la situación actual de completa lejanía del príncipe Harry y Meghan Markle o, sobre todo, los vínculos del príncipe Andrés con la trama de pedofilia del difunto magnate Jeffrey Epstein, que según Brown han hecho que los príncipes de Gales consideren que se encuentran “bajo una presión inmanejable”.
Sobre todo, porque su reputación les precede. “Kate es el miembro más popular de la familia real solo por detrás de Guillermo”, recuerda la periodista, que agrega que “si el futuro de la monarquía pende de un hilo, ese hilo es ella”.
“Y un maremoto de responsabilidades prematuras se les está acercando peligrosamente a ambos en su dirección”, ha añadido, antes de finalizar: “Petrificados, sin tiempo de preparación y con Kate gravemente enferma, el príncipe y la princesa de Gales esperan la carga de la corona, que ahora será terrible”.
Fuente: 20minutos.es
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