EL ORO.- Comerciantes del casco comercial de Machala, específicamente en las calles Pasaje entre Juan Montalvo y Páez, enfrentan serios problemas debido a la presencia de consumo de alcohol y trabajo sexual en locales abandonados. Esta situación tiene un impacto negativo tanto en la seguridad como en las ventas de los negocios locales.
Ángel Mindiolaza, quien trabaja en la zona con su local comercial durante el último año y medio, observó una considerable disminución en el flujo de clientes debido al ambiente deteriorado en la zona.
“El mal olor proveniente de los locales vacíos, donde se consumen sustancias, ha llevado a muchos a evitar pasar por aquí”, explica Mindiolaza. Esta situación ha creado un entorno hostil, ahuyentando a los potenciales clientes y afectando directamente las ventas.
El problema se agrava con la presencia de individuos que frecuentan estos espacios. Mindiolaza señala que algunos de estos individuos se comportan de manera agresiva, a menudo armados.
“Hemos llamado al ECU-911 en varias ocasiones, pero la respuesta es lenta o, en algunos casos, las autoridades llegan cuando ya ha pasado lo peor”, lamenta. Esta falta de respuesta efectiva contribuye a una creciente sensación de inseguridad entre los residentes y comerciantes.
UN PROBLEMA DE LARGO PLAZO
El impacto en la seguridad y en el ambiente comercial es evidente desde la pandemia, pero las condiciones parecen haber empeorado. Mindiolaza, compartió su preocupación por el impacto en su familia. “Mis hijos, de 9 y 18 años, pasan por aquí y me preocupa que tengan que enfrentarse a este ambiente desagradable y peligroso”, comentó el comerciante.
Los residentes y propietarios de negocios intentaron buscar soluciones a través de las autoridades locales, pero siempre hay obstáculos. “Hemos tratado de hablar con la Policía Nacional y la Policía Municipal, pero cada una se pasa la responsabilidad a la otra. Nadie parece dispuesto a tomar acción concreta”, explicó.
LLAMADO A LA ACCIÓN
Ante esta situación, los comerciantes proponen varias medidas para mejorar la seguridad y la calidad de vida en la zona. Se sugiere una mayor intervención y vigilancia en los locales abandonados, así como la implementación de sanciones para los propietarios que no mantengan sus propiedades adecuadamente. “Sería beneficioso imponer multas a los propietarios de estos locales para que se vean obligados a alquilarlos o al menos a mantenerlos en buen estado”, sugiere Mindiolaza.
Además, solicitan una respuesta más eficiente a las emergencias y una mayor presencia policial en el área para proteger tanto a los residentes como a los comerciantes. “Esperamos que las autoridades tomen medidas más efectivas para garantizar nuestra seguridad y restaurar el ambiente en nuestra zona comercial”, concluye Mindiolaza.
Mientras otros comerciantes prefieren omitir sus nombres por miedo a represalias, tal es el caso de una comerciante que lleva muchos años laborando en la misma zona, dijo que las personas prefieren cruzar al otro lado, por el terrible hedor que se percibe.
Que ya trataron de buscar una respuesta pero hasta el momento no tienen solución.
Criterios
Anónima:
“Bueno esto no es de ahora, es desde hace mucho tiempo, y la verdad que si afecta, el olor es terrible, pero nada respetan aquí, además las autoridades no hacen nada, no les importa”.
Ángel Mindiolaza:
“Nos afecta bastante porque la gente no quiere pasar por aquí por el mal olor y la conducta de las personas. Hemos hablado con la Policía, pero ellos se pasan la responsabilidad de unos a otros y no hacen nada”. (MARIA JOSE ALBA – DIARIO CORREO)
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