Gamofobia: el extraño miedo a contraer matrimonio

Hace unos años se hizo popular una película donde Julia Roberts es la protagonista, se llama: “Novia fugitiva”. La película cuenta la historia de una mujer que siempre ha estado a “punto de casarse”, pero jamás concreta un matrimonio.

Un periodista es enviado a cubrir la historia con el fin de saber por qué ella siempre escapa. No es que ella no ame a su pareja o que le guste el drama; el problema es más profundo y la supera. La razón es que ella odia ser el centro de atención o casarse con alguien que ella siente que no la conoce; esto la pone muy nerviosa y la empuja a huir.

Luego de una serie de ires y venires, él también cae en los encantos de ella, se enamora, le propone matrimonio. La historia se vuelve a repetir; sin embargo, ella lo busca y le explica lo que pasa. Él le da una nueva oportunidad, pero esta vez planean todo de forma distinta y al final se logra el tan ansiado matrimonio.

¿En qué consiste la gamofobia?

La gamofobia tiene que ver con el miedo al matrimonio y al compromiso. Sin embargo, el problema como tal no es tan simple como parece. Es más, muchas veces este miedo suele tomarse a la ligera y termina siendo incomprendido.

No, no es un capricho en el que la persona cae de manera recurrente. La gamofobia es un temor y ansiedad excesiva que surge cuando una persona se encuentra a punto de unir su vida a la de su amado. Como resultado, quien sufre esta fobia suele presentar ataques de pánico que le llevan a rehuir del compromiso.

La gamofobia es como cualquier otra; la persona suele sentir un miedo terrible que desborda los límites de lo racional. Este miedo puede ser tan grande que resulta paralizante; tanto es así, que si quien lo sufre ve que alguien se está casando, puede experimentar un ataque de pánico.

¿Cómo se manifiesta la gamofobia?

La fobia es disparada por cualquier situación que implique matrimonio o compromiso. Ver o presenciar de alguna manera este evento ya sea a conocidos o desconocidos generar este terror desbordante. Sin embargo, no se queda en “sentir miedo irracional”, también hay otras señales que describiré a continuación:

Respuesta emocional intensa

Esto ocurre cuando a la persona se le pide que considere el matrimonio como una opción. El anterior es un disparador emocional importante, pero no el único. Es más, la simple idea de pensar en casarse resulta efectiva para generar angustia en quien lo padece. Inmediatamente la persona piensa en matrimonio hay un comportamiento errático y desordenado que ante los ojos de terceros no tiene justificación alguna.

No tiene una justificación

Las personas que lo experimentan no son capaces de encontrar una razón para su miedo. Lo peor es que le restan importancia y la minimizan para poder lidiar con ella. Incluso llegan a afirmar que es un rasgo de su personalidad y que pueden vivir con este miedo.

Evitación

Como el nombre lo indica, evaden todo lo que tenga que ver con el tema matrimonio. Imágenes, boutiques de vestidos de novia; todo lo que insinúe matrimonio es un punto de colapso para quien sufre gamofobia. Es justo por esa razón que evitan cualquier estímulo visual que ellas puedan asociar a este evento. Lo peor es que su miedo le genera culpa y vergüenza.

Reacciones físicas

Como un ataque usual de ansiedad la persona sentirá:

• Sensación de no poder respirar.
• Sudoración en excesiva.
• Sensación de estar atragantados.
• Dolor en el pecho.
• Desmayos o desvanecimiento.
• Mareos.
• Problemas digestivos.
• Aturdimiento.
• Presión arterial se altera.
• Tensión muscular.
• Palidez.
• Náuseas.

Causas

La gran mayoría de las fobias surgen en la infancia, pero esto no es excluyente. Si en la edad adulta surge un evento traumático, la persona va a desarrollar una fobia; en este caso gamofobia. Los detonantes pueden ser los siguientes:

Baja autoestima

Cuando alguien tiene baja autoestima puede interiorizar el concepto de que no es atractiva y no merece ser amada. Como consecuencia, su inseguridad se activa frente a situaciones que insinúen cortejo, con lo cual se sentirá impulsada a huir de un potencial compromiso.

Modelo parental

Este miedo puede surgir como respuesta a la relación que la persona afectada vio entre sus padres. Si vivió violencia física, emocional y verbal o un divorcio conflictivo, lo más probable es que desarrolle gamofobia. Y es entendible, teme pasar por algo similar y lo evita tanto como sea posible.

Inmadurez emocional

Para muchas personas llegar a la edad adulta resulta agobiante. Crecer y asumir situaciones de adultos puede ser estresante para ellos; por esto, rechazan todo tipo de situaciones que impliquen compromiso. Es de esa manera cómo optan por vivir experiencias románticas pasajeras que no impliquen algún tipo de compromiso a largo plazo.

Apego disfuncional

Sucede cuando una persona ha sido sobreprotegida, manipulada o sometida por sus padres o cuidadores inmediatos. Cuando esto pasa, es posible que la persona se sienta incapaz de de asumir un compromiso matrimonial.

Por lo regular, esto le ocurre a personas que tienen dependencia emocional hacia sus padres. Este vínculo resulta ser mucho más fuerte que cualquier otro que establezca en el futuro.

Relaciones complejas

No podemos negar que muchas personas quedan con serios traumas luego de haber experimentado una relación violenta.

La persona tiene que pasar un proceso de sanación que muchas veces necesita ayuda terapéutica para poder ser sanada la herida de maltrato. Esto se lleva a cabo con el fin de cerrar ese ciclo emocional y que la persona no tenga miedo a las relaciones sentimentales serias.

¿Cómo se puede superar la gamofobia?

Lo primero que debe hacer la persona es reconocer que tiene un problema. Por lo regular que se hagan conscientes de lo que les pasa es dificil, pero en algún momento podrán reconocer lo que sienten. Cuando esto pasa es el momento para que busquen ayuda de un experto en fobias.

Hay distintos tipos de terapia que pueden ayudar a superar esta fobia, por ejemplo: para tratar este trastorno son:

Terapia de exposición

Ayuda al paciente a racionalizar los motivos que hay detrás de su miedo al matrimonio. Lo que se hace es básicamente exponerlo a lo que le provoca el miedo, pero esto es lento y paulatino.

Terapia cognitiva

Se enfoca más en identificar, analizar y corregir las ideas erradas que la persona tiene acerca del matrimonio. El psicólogo facilita el proceso para que el paciente logre tener ideas más realistas y saludables respecto al matrimonio.

Terapia psicodinámica

La terapia de este tipo se basa en la conversación abierta y libre sobre los sentimientos de la persona. Lo que pretende es analizar y llegar al fondo de las emociones para que sea el mismo paciente quien cree experiencias previas. Es de esa manera cómo el afectado podrá cerrar ciclos traumáticos.

Es importante que la persona quiera buscar ayuda, de lo contrario no se logrará ningún objetivo. Otro punto importante es que si tienes una pareja que sufre gamofobia recuerdes que no es un capricho, es un problema de salud mental; por lo tanto, debes conservar la calma.

De todas maneras, tú también tienes opciones y puedes ayudarle a superar el trauma acompañándole a la terapia o contemplar el camino de la separación.

Sea como sea, es un problema de salud mental que tiene solución, pero con el cual se debe ser perseverante y valiente. (ERIKA PATRICIA OTERO – FAMILIAS.COM)

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