“Renovemos nuestra esperanza y nuestra confianza en los demás, incluso en quienes son diferentes a nosotros o vienen de tierras lejanas, trayendo costumbres, formas de vida e ideas desconocidas. Porque todos somos hijos de Dios”.
Eso fueron las últimas palabras que dejó el Papa Francisco en su última aparición este Domingo de Resurreción como parte del tradicional mensaje de Pascua. Lo leyó un clérigo asistente desde el balcón de la Basílica de San Pedro mientras él observaba.
Menos de 24 horas después, el Vaticano anunciaba su fallecimiento.
“A las 7:35 de esta mañana (hora local), el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de su Iglesia”.
Francisco, el primer latinoamericano en ser elegido Papa en la historia, murió a los 88 años en Roma.
“Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo como verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino”, dijo el Cardenal Farrell al dar la noticia.

Argentino y de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, Francisco fue elegido jefe de la Iglesia católica en marzo de 2013, después de que Benedicto XVI renunciara al papado.
Los fieles que se congregaron en la Plaza de San Pedro para ver el que ahora es su último servicio como cabeza de la Iglesia católica, lo vieron en silla de ruedas, saludando desde el balcón de la Basílica.
“No puede haber paz sin libertad religiosa, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto a las opiniones de los demás”, leía el clérigo encargado bajo la mirada de Francisco.
En su último mensaje también hizo un llamamiento “a todos los que ocupan puestos de responsabilidad política en nuestro mundo para que no cedan a la lógica del miedo, que sólo lleva al aislamiento de los demás, sino que utilicen los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y fomentar iniciativas que promuevan el desarrollo”.
Y, tras hacer un recorrido por todos los conflictos que actualmente hay en el mundo, dijo que “la paz es posible”.

Mientras la multitud lo vitoreaba, se escucharon a través de los altavoces de la plaza, leves, con un hilo de voz, sus últimas palabras: “Queridos hermanos y hermanas, ¡Felices Pascuas!”
Tras la bendición, recorrió la plaza en coche entre las más de 50.000 personas allí congregadas. Al pasar entre la multitud, su procesión se detuvo varias veces para que los asistentes le acercaran bebés para bendecirlos.
En su vida dedicada a los demás, este fue su último esfuerzo en pro del servicio y ya muchos ven este acto un ejemplo de su espíritu de dar aliento hasta el final.
Su muerte ocurre precisamente tras culminar el evento más importante del calendario para los católicos, la Semana Santa.

Se tiene previsto que el funeral del pontífice ocurra dentro de tres días.
Tras conocerse la noticia, miles de feligreses comenzaron a reunirse en la Plaza San Pedro para elevar sus oraciones y darle el último adiós al papa argentino.
La atmósfera en el lugar es de conmoción y tristeza, según cuenta para la BBC Sofia Betizza, quien remarca el gran silencio en la Plaza de San Pedro, solo roto por las campanas de Basilíca anunciando la muerte del Papa.
“Hablamos con personas de India, Sudáfrica, Dinamarca y otros países que se han reunido aquí; todos han dicho que lo que más extrañarán del Papa es su esfuerzo por lograr una Iglesia católica más inclusiva”, relata Betizza.
“Vi a gente llorando en la calle mientras la multitud se agolpaba en la Plaza de San Pedro para presentar sus respetos”, contó David Ghiglione para la BBC.
“Estamos todos realmente conmocionados esta mañana. Es una gran pérdida para la Iglesia”, dijo a la BBC María, una turista española de visita en Roma.
María contó que el Papa Francisco siempre animó a los jóvenes a abrazar las creencias y los valores de la Iglesia.
El mundo estuvo en vilo por varias semanas por la salud del Papa, cuando el pasado 16 de febrero ingresó en el hospital Gemelli por complicaciones respiratorias. Finalmente, hasta que le dieron el alta el pasado 23 de marzo.
El pontífice era particularmente susceptible a la neumonía, que es una infección de los pulmones que puede ser causada por bacterias, virus u hongos, después de someterse a una extirpación parcial del pulmón cuando era joven.

El último funeral de un papa en funciones fue el de Juan Pablo II en abril de 2005, que contó con la asistencia de más de cuatro millones de personas.
Desde el principio de su pontificado, Francisco se destacó por su inclinación hacia una iglesia más austera y dedicada al servicio de los pobres.
Sin embargo, tuvo que enfrentarse a recios grupos conservadores que se oponían a sus ideas progresistas a favor de la apertura de la iglesia a las parejas del mismo sexo y participación de las mujeres en altos cargos de la iglesia.
Fue el primer papa procedente de América o del hemisferio sur. Desde la muerte de Gregorio III, nacido en Siria, en 741, no había habido un obispo de Roma no europeo.
También fue el primer jesuita en ser elegido para el trono de San Pedro; históricamente, los jesuitas eran vistos con recelo por Roma.
Su muerte coincide el Jubileo, que se celebra cada 25 años y que comenzó el pasado 25 de diciembre, cuando el Papa abrió la Puerta Santa, habitualmente tapiada, de la Basílica de San Pedro.
Condolencias de todo el mundo
La noticia ocurrió en la aún madrugada en Argentina. Pero pocas horas después del anuncio del fallecimiento del Papa, el presidente del país, Javier Milei, escribió en su cuenta de X un mensaje de condolencias.
“Con profundo dolor me entero esta triste mañana que el Papa Francisco, Jorge Bergoglio, falleció hoy y ya se encuentra descansando en paz. A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí.
Como Presidente, como argentino y, fundamentalmente, como un hombre de Fe, despido al Santo Padre y acompaño a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia. QEPD”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido uno de los primeros líderes mundiales en rendir homenaje al Papa Francisco, llamándolo un “hombre de humildad, del lado de los más vulnerables y más frágiles”.
Por su parte, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola dijo: “Su sonrisa contagiosa conquistó el corazón de millones de personas en todo el mundo”.
El presidente de España, Pedro Sánchez, lamentó el fallecimiento del Papa Francisco y añadió que “su compromiso con la paz, la justicia social y los más vulnerables deja un legado profundo. Descanse en paz.”
El rey Carlos III también emitió un mensaje de condolencias y dijo que, a pesar de sentir una profunda tristeza, tanto a él como a su esposa, la reina consorte Camila, sintieron “un poco de alivio por saber que Su Santidad pudo compartir un saludo de Pascua con la Iglesia y el mundo, a quienes sirvió con tanta devoción a lo largo de su vida y ministerio”.
Añadió el rey que “su Santidad será recordado por su compasión, su preocupación por la unidad de la Iglesia y su incansable compromiso con las causas comunes de todas las personas de fe” y que Francisco, a través de su trabajo y cuidado por las personas y el planeta, “influyó profundamente en la vida de muchas personas”.
Por qué el papa Francisco nunca viajó a Argentina en sus 12 años de papado (y qué dice esto de su compleja relación con su país)
Cuando el entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio dejó su ciudad para participar del cónclave en el Vaticano que elegiría al sucesor de Benedicto XVI, seguramente no imaginó que esa sería la última vez que pisaría suelo argentino.
Con 76 años ―uno más de los que suelen tener los obispos cuando presentan su renuncia al Papa― estaba lejos de ser uno de los favoritos para ocupar el cargo vacante, según los analistas.
“Cuando partió de Buenos Aires para el cónclave se lo veía algo triste, estaba preparándose una habitación en el Hogar Sacerdotal del barrio porteño de Flores para su retiro”, contó el sacerdote de la arquidiócesis de Buenos Aires Guillermo Marcó al diario argentino Clarín.
Sin embargo, para su sorpresa ―y la del mundo entero― el conciliador clérigo se impuso, iniciando un papado que duraría 12 años.
Gustavo Vera, un activista contra el trabajo esclavo y la trata de personas que era muy amigo de Bergoglio, le contó a BBC Mundo que el pontífice se imaginaba un papado mucho más corto.
“Él pensaba que iba a ser de cuatro años, por su edad, o porque tal vez tuviera que abdicar por un ACV (accidente cerebrovascular) o lo que fuera”, dijo el dirigente de la Fundación La Alameda, que se hizo amigo del prelado cuando era arzobispo.
Durante el papado de Francisco, ambos intercambiaron cientos de cartas. “Él las escribía de puño y letra, se las escaneaban y me las mandaban”, revela Vera. Allí el pontífice siempre mostró interés por lo que pasaba en su país de origen.
“A veces hacía comentarios sobre fútbol, a veces sobre tango, a veces sobre hechos culturales”, cuenta Vera, quien dice que el Papa seguía las noticias argentinas “al detalle”.
“Francisco mantuvo su conexión con la Argentina todo el tiempo. En su agenda de estos 12 años siempre hubo una cantidad muy nutrida de argentinos que iban a las audiencias, que iban al Ángelus, que tenían audiencias personales. Siempre estuvo de alguna manera con su corazoncito en Argentina”, asegura.
Por todo esto, una de las cosas que más llaman la atención sobre el papado de Francisco es que en 12 años nunca visitó su país de origen.

Francisco viajó a cuatro de los cinco países que limitan con Argentina: Brasil ―su primer viaje al exterior, a tres meses de asumir, en 2013―, Bolivia y Paraguay en 2015 y Chile en 2018.
También viajó a otros países de América Latina, incluyendo a Cuba, Ecuador, México y Perú.
¿Por qué, entonces, no fue a su propio país?
La respuesta revela la complicada relación que tenía Francisco con su patria, donde muchos lo amaban y hoy lo lloran, pero otros tantos lo consideraban un personaje controvertido.
Un vínculo que se fue deteriorando a medida que pasaba el tiempo y aumentaba la decepción y hasta el malestar que sentían muchos por lo que consideraban un desaire por parte de la principal figura que tenía el país en el escenario internacional.
No olvidemos que el pueblo argentino es famoso por su ego, algo sobre lo que solía mofarse el propio pontífice, con su gran sentido del humor.
Caída en la imagen
Lo cierto es que, si bien ahora predomina el dolor por la partida de Francisco, la relación con su pueblo fue de mayor a menor.
El orgullo inicial que sintieron la mayoría de los argentinos tras el anuncio de que un compatriota suyo sería el primer Papa latinoamericano, con el paso de los años fue dando lugar al desencanto.
Así lo reveló una encuesta del Pew Research Center, que mostró que la imagen favorable del pontífice en su propio país pasó del 91% en 2013 al 64% en 2024, con una fuerte suba de las opiniones negativas, que pasaron del 3% al 30%.
De los seis países latinoamericanos sondeados, la mayor caída en actitudes favorables se registró en Argentina.

Algunos compatriotas de Francisco se sintieron decepcionados por sus políticas, algo que también ocurrió en otras partes del mundo. Los más conservadores lo acusaban de horadar tradiciones históricas que consideraban sagradas, mientras que los reformistas esperaban cambios más profundos.
Pero la desilusión de muchos argentinos con el Papa trascendió cuestiones religiosas o ideológicas.
Incluso no tenía que ver con un tema que había generado polémica cuando asumió: los cuestionamientos sobre su actuación durante el último régimen militar argentino (1976-1983), cuando era superior de la congregación jesuita en ese país.
Un informe del diario Página 12 había asegurado que en 1976 Bergoglio retiró su protección a dos sacerdotes de su orden que realizaban tareas sociales en barrios marginales. Los religiosos fueron secuestrados por los militares que los detuvieron de forma clandestina durante cinco meses, antes de liberarlos.
“Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba, para abogar por personas secuestradas”, aseguró sobre la controversia Bergoglio en la biografía “El jesuita”, de 2010.
El debate sobre su rol durante esa oscura época quedó mayormente saldado con la aparición de testimonios de perseguidos políticos a los que ayudó a escapar del país, algunos de los cuales fueron recogidos en el libro “Salvados por Francisco”, de 2019.
El motivo central de la decepción con Francisco parecía pasar por otro lado.
Y es que, a diferencia de las otras famosas figuras internacionales que dio el país, como Maradona, Messi o la reina Máxima de Países Bajos, Bergoglio se fue de Argentina para nunca volver.
Cada vez que era consultado sobre un posible viaje, Francisco daba respuestas vagas.
“Yo querría ir. Es mi pueblo, pero no está decidido. Hay varias cosas que resolver antes”, dijo la última vez que se le preguntó públicamente sobre el tema, en septiembre de 2024, cuando regresaba de su gira a Asia y Oceanía.

Una vacilación que a muchos de sus fieles locales les costaba comprender.
“Cualquier deportista, lo primero que hace después de ganar un premio a nivel mundial, es venir a su país a compartirlo con sus compatriotas. Bergoglio, en 13 años, no fue capaz de venir una sola vez a su país. Está todo dicho”, expresó en X el usuario Alan Brando.
“Nunca quiso venir a su país, es como que Jesús no hubiera ido a predicar a Jerusalén”, opinó, por su parte @AAliciabe.
La ausencia del pontífice se sintió con mayor agudeza en los últimos años, en los que Argentina atravesó una de sus peores crisis económicas, con una inflación que rozó el 300% anual y un fuerte aumento de la pobreza, en especial la infantil.
“(Francisco) le hablaba al pueblo de una manera que todos lo querían y lo entendían, pero siento que se olvidó de nuestro país un poco”, le dijo a la agencia AP Francisca Campos, de 68 años, una de las personas que se acercaron a la catedral de Buenos Aires para rezar por la salud del Papa en febrero.
Atrapado en la “grieta”
Según Vera, el verdadero motivo detrás de la ausencia de Francisco era que quería evitar que se le diera un uso político a su presencia.
“Siempre decía que iba a ir a Argentina cuando sintiese que era un instrumento para colaborar en la unión nacional, para colaborar en superar la grieta, para tratar de que los argentinos se reencuentren”, afirmó.
La “grieta” a la que hacía referencia es la división que existe desde hace décadas en Argentina entre los peronistas y los antiperonistas (o en años más recientes, entre los kirchneristas y antikirchneristas).
En el país existe una creencia generalizada de que Francisco estaba entre los primeros, algo que él mismo negó en el libro “El pastor”, publicado en ocasión de sus 10 años como Papa, en 2023.
“Nunca estuve afiliado al partido peronista, ni siquiera fui militante o simpatizante del peronismo. Afirmar eso es una mentira”, dijo Bergoglio sobre el tema.
No obstante, agregó: “En la hipótesis de tener una concepción peronista de la política, ¿qué tendría de malo?”.
La explicación no convenció a los argentinos de centroderecha, entre ellos a los seguidores de los dos últimos presidentes no peronistas que tuvo el país, Mauricio Macri y Javier Milei.
El actual mandatario, antes de asumir, llegó incluso a llamarlo “la representación del maligno en la Tierra”, dicho por el que luego se habría disculpado en privado.
Algunos de sus compatriotas lo bautizaron al pontífice “Francisco K” en redes, por su supuesta cercanía con la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner.
“No le perdono al Papa haberse reunido y sacado fotos con políticos condenados por la Justicia”, le dijo a este medio Hugo, de 72 años, un argentino fervientemente católico y fervorosamente antikirchnerista, en referencia a las dos sentencias por corrupción que pesan sobre Kirchner y otros funcionarios de su entorno a los que también recibió el pontífice.

Según Vera, el Papa se reunió con personas “de todo el arco político y social de Argentina”, incluyendo a Macri y Milei.
Para el activista, hay que tener en cuenta que la doctrina del peronismo hunde sus raíces en la doctrina social de la Iglesia, por ejemplo, en conceptos como la justicia social, que es clave tanto para los peronistas como para los jesuitas, la orden religiosa a la que pertenecía Francisco.
En ese sentido, Vera cree que “hay un sector de la sociedad argentina que por ahí no era tan reacia al Papa como a la propia doctrina social de la Iglesia”.
Uno de sus detractores, el diputado libertario José Luis Espert, acusó a Francisco de ser “un gran cultor del pobrismo que se siente muy cómodo con una Argentina miserable”.
Pero muchos otros, por el contrario, celebraban que el Papa quisiera “una Iglesia pobre para los pobres”, y que predicara con el ejemplo, manteniendo una vida sencilla y sin lujos.
“El papa Francisco ha sido un ejemplo de humildad, compromiso y justicia social, llevando un mensaje de paz en tiempos de confrontación, recordando la importancia de la solidaridad y el respeto (…). El mundo necesita más voces como la suya”, señaló en sus redes sociales el dirigente social Toty Flores.
Un “Papa del mundo”
Flavio Buccino, director de la Comisión de Educación de la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, resaltó en su cuenta de X que, de los últimos papas, Francisco fue “el único que no volvió a su tierra de origen”.
“En la política algunos festejan. Otros no tanto. Todos quedarán aliviados: de alguna manera Francisco (era) un ‘problema’ para todos. Dice más de nosotros que de él”, opinó.
En igual sentido, Vera señala que “más que culpar a Francisco (por no venir), los argentinos deberíamos preguntarnos qué estábamos haciendo que no nos merecíamos que viniera el Papa”.

El amigo de Francisco también resalta que, si bien había cierta resistencia a la figura de Bergoglio en los medios y los grandes centros urbanos, en la periferia del país era adorado.
“Yo recorro todo el país y el interior profundo le tenía un amor enorme. La gran mayoría de pobres, trabajadores, asalariados, lo admiraban al Papa y no le reprochaban que no viniera a Argentina. Sí había una nostalgia de que venga a Argentina, que es diferente”, cuenta.
Aunque no hablaron del tema puntualmente, Vera cree que Francisco estaba planeando una visita a su país como broche final de su papado.
“No me lo dijo, pero yo creo que a la Argentina le estaba reservando el último tramo de su magisterio, como si el país fuera la estación terminal de su largo viaje”.
No obstante, asegura que Bergoglio mismo no sufrió el hecho de que nunca más pudo volver a su patria.
“Él era muy feliz siendo Papa, porque sentía que podía ayudar. Colaboró parando muchas guerras, atenuando enfrentamientos, evitando conflictos en muchos lugares del mundo. Estaba cumpliendo la misión de su vida”, dice.
Aunque “mantuvo su conexión con la Argentina todo el tiempo”, afirma que Francisco dejó de sentirse de un solo país.
“Los argentinos creen que era argentino, pero en realidad ya era del mundo”.
En eso coincide con el actual arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva ―nombrado por el Papa en 2023― quien puso el mismo énfasis en hecho de que su antecesor, desde el momento de su elección, ya no pertenecía solo a su tierra, algo que no siempre fue fácil de entender para sus compatriotas:
“A Bergoglio muchas veces los argentinos no lo hemos dejado ser Francisco”. (BBC MUNDO)
Los ‘Papabili’: ¿quiénes son los más nombrados para suceder a Francisco?
El mundo católico está de luto tras el fallecimiento este lunes de Francisco, el primer Papa latinoamericano y jesuita, además de haber sido un pontífice que marcó una era con su enfoque progresista, su lucha por los más desfavorecidos y su impulso de reformas dentro de la Iglesia.
Con su partida, el Colegio Cardenalicio se prepara para un cónclave que definirá el rumbo del Vaticano en los próximos años.
Aunque hay candidatos con más posibilidades o más valorados por su enfoque o su trayectoria, el resultado del cónclave suele ser impredecible y depende de muchos factores. Históricamente, muchos favoritos no han resultado elegidos. De hecho, existe una antigua frase romana que dice “Chi entra papa in conclave, esce cardinale” (“Quien entra en un cónclave como Papa sale como cardenal”).
Partiendo de lo anterior, te contamos algunos de los nombres más mencionados como posibles sucesores de Francisco, o como se dice en italiano, los papabili:
1. Pietro Parolin (Italia, 70 años)
Pirolin es el actual secretario de Estado del Vaticano, nombrado por Francisco en 2013. Tiene una gran experiencia diplomática y ha jugado un papel clave en las negociaciones internacionales de la Santa Sede en los últimos años.
Se le considera más bien un moderado, que busca equilibrar los valores tradicionales con un enfoque pragmático sobre los problemas contemporáneos. Ha destacado la necesidad de una visión diplomática basada en la misericordia, evitando juicios simplistas ante la complejidad de los conflictos y promoviendo la construcción de puentes para alcanzar resultados positivos.
Su experiencia en temas geopolíticos, el evadir posicionamientos políticos y priorizar iniciativas de paz lo convierten en un fuerte aspirante al papado.

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. Crédito: TIZIANA FABI/AFP via Getty Images
2. Cardenal Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)
Uno de los nombres más repetidos entre los papabili es el del cardenal filipino Luis Antonio Tagle, quien sería un continuador de la línea más progresista dentro de la iglesia católica, que impulsó Francisco.
Carismático y con fuerte apoyo en Asia y América Latina, de ser electo, Tagle se convertiría en el primer Papa asiático. Es apenas el séptimo filipino en ser cardenal, nombrado por el papa Benedicto XVI en 2012, tras haber sido nombrado arzobispo de Manila en 2011.
En diciembre de 2019, el papa Francisco nombró a Tagle prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y en junio de 2022, asumió el cargo de pro-prefecto de la Sección para la Primera Evangelización del Dicasterio para la Evangelización. También ha sido presidente de Caritas Internationalis desde 2015, reflejando su compromiso con la justicia social y la ayuda humanitaria.
“Las duras palabras que se utilizaban en el pasado para referirse a los homosexuales, a las personas divorciadas y separadas, a las madres solteras, etc., eran bastante severas. Muchas personas que pertenecían a esos grupos fueron etiquetadas y eso condujo a su aislamiento de la sociedad en general”, dijo Tagle en 2015.

El cardeal Luis Antonio Tagle durante un consistorio público en el Vaticano, en diciembre de 2024. Crédito: Gregorio Borgia/AP
3. Matteo Zuppi (Italia, 69 años)
A lo largo de su ministerio, Zuppi ha estado estrechamente vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio, una organización dedicada a la promoción de la paz y el diálogo interreligioso. De párroco de la Basílica de Santa María en Trastevere, en Roma, fue nombrado en 2012 obispo auxiliar de Roma y en 2015 asumió el cargo de arzobispo de Bolonia. El papa Francisco lo elevó al Colegio Cardenalicio en 2019, reconociendo su labor pastoral y alineación con una visión inclusiva y misericordiosa de la iglesia.
Su sintonía con las reformas de Francisco, su compromiso con los más necesitados y la justicia social, sus habilidades diplomáticas y su capacidad para tender puentes y mediar en conflictos lo sitúan como candidato potencial para el papado, en este o futuros cónclaves.

El cardenal italiano Matteo Zuppi. Crédito: OLESYA KURPYAYEVA/AFP via Getty Images
4. Cardenal Peter Erdő (Hungría, 72 años)
Erdő es otro de los pesos pesados del Colegio Cardenalicio, pero en el ámbito conservador. Lleva más de dos décadas siendo cardenal. En 2002 fue nombrado arzobispo de Esztergom-Budapest y primado de Hungría, y en 2003, el papa Juan Pablo II lo nombró cardenal.
A lo largo de su carrera, ha combinado su formación académica con roles pastorales y administrativos. Fue rector de la Universidad Católica Péter Pázmány entre 1988 y 2003, y presidió el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa de 2006 a 2016. Su enfoque conservador se refleja en sus posturas sobre temas como el matrimonio homosexual y la acogida de refugiados en Europa. En 2015, durante la afluencia masiva de refugiados al continente, señaló que acoger a los migrantes podría equivaler a “tráfico de personas”.
Es una figura poderosa y con gran respaldo en círculos conservadores del Vaticano.

El cardenal húngaro Peter Erdö durante un consistorio en la Basílica de San Pedro en noviembre de 2010. Crédito: ALBERTO PIZZOLI/AFP via Getty Images
5. Cardenal Peter Turkson (Gharna, 76 años)
El cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson es otra figura prominente en la Iglesia Católica. Fue nombrado arzobispo de Cape Coast en 1992 y en 2003 el papa Juan Pablo II lo elevó al rango de cardenal, convirtiéndose en el primer ghanés en alcanzar ese rango.
A lo largo de su carrera, ha ocupado diversos cargos en el Vaticano, incluyendo la presidencia del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz y la prefectura del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. En 2022, asumió el rol de canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias y de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.
Turkson es reconocido por su enfoque en temas sociales y de justicia. Además de su labor pastoral, ha abogado por la cercanía de la iglesia con las poblaciones más vulnerables y ha reiterado la importancia de la solidaridad y el apoyo a quienes más sufren.
Tras el primer Papa latinoamericano, últimamente se ha hablado de la necesidad de que haya un Papa africano, especialmente ante el crecimiento del catolicismo en África. Sin dudas, ante este panorama, uno de los contendientes con más posibilidades y reconocimiento sería el cardenal Turkson, aunque también se ha mencionado al cardenal Robert Sarah, de Guinea, o al cardenal Ambongo Besungu, de la República Democrática del Congo, estos dos con un enfoque más conservador.

El cardenal Peter Turkson durante una misa celebrada por el pap Francisco en la Plaza de San Pedro en 2017. Crédito: Franco Origlia/Getty Images
6. Cardenal Willem Eijk (Países Bajos, 71 años)
El cardenal Willem Jacobus Eijk es el actual arzobispo metropolitano de Utrecht. Antes de su carrera eclesiástica, se licenció en Medicina en 1978 por la Universidad de Ámsterdam. Fue ordenado sacerdote en 1985 y, mientras servía como capellán, obtuvo un doctorado en medicina con una tesis que respondía a las prácticas de eutanasia en los Países Bajos.
En 1999, Eijk fue nombrado obispo de Groningen-Leeuwarden, cargo que ocupó hasta 2007, cuando el Papa Benedicto XVI lo designó arzobispo de Utrecht. En 2012, fue ordenado cardenal por el mismo pontífice.
A lo largo de su ministerio, Eijk ha destacado por su firme defensa de la doctrina católica, especialmente en temas de bioética, moral, sexualidad.
Ha sido un gran crítico de las reformas y aperturas de Francisco y se muestra como uno de los más conservadores de esta lista.

El cardenal neerlandés, Willem Jacobus Eijk. Crédito: VINCENZO PINTO/AFP via Getty Images
7. Cardenal Raymond Leo Burke (EEUU, 76 años)
Nacido en Wisconsin, Burke es conocido por su postura ultraconservadora dentro de la Iglesia. Ha ocupado diversos cargos, incluyendo el de prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.
Ha criticado las posiciones más liberales del papa Francisco. Se ha opuesto abiertamente, por ejemplo, a las reformas sobre los derechos LGBTQ+, la anticoncepción y los matrimonios civiles y también ha declarado que los políticos católicos que apoyan el derecho al aborto no deberían recibir la Eucaristía.
Su oposición a las reformas y su defensa de la tradición litúrgica lo han convertido en una figura polarizadora. Aunque algunos lo consideran ‘papable’, su perfil conservador podría ser un obstáculo en un cónclave que esté más orientado hacia la continuidad de las reformas actuales.
Otro cardenal estadounidense también considerado papable desde el cónclave de 2013 es Seán Patrick O’Malley, nacido en Ohio, quien fuera arzobispo de Boston desde 2003 hasta su jubilación en 2024.

El cardenal Raymond Leo Burke en la presentación de su libro en Roma, en octubre de 2015. Crédito: Andrew Medichini/AP
8. Cardenal Carlos Aguiar Retes (México, 75 años)
El cardenal Carlos Aguiar Retes es una figura destacada en la Iglesia Católica mexicana y actual arzobispo Primado de México. Su trayectoria eclesiástica y su cercanía con el papa Francisco lo posicionan como un posible sucesor en el Vaticano.
Al cumplir 75 años en enero de 2025, conforme al Derecho Canónico, presentó su renuncia al papa Francisco, pero el pontífice decidió extender su mandato como arzobispo, permitiéndole continuar al frente de la arquidiócesis más grande del país y una de las más importantes del mundo.
La combinación de su amplia experiencia pastoral, su liderazgo en diversas instancias eclesiales y su relación cercana con el papa Francisco, han llevado a que su nombre sea considerado entre los posibles candidatos al papado.
Otro cardenal mexicano que también ha sido nombrado en algunas publicaciones es el cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara desde 2012 y otra figura clave en la iglesia mexicana, en su caso, defensor de los valores tradicionales.

El cardenal Carlos Aguiar Retes (al frente) tras su nombramiento como arzobispo de Ciudad de México, en 2018, en la Basílicia de Guadalupe. Crédito: PEDRO PARDO/AFP via Getty Images
9. Cardenal Christoph Schönborn (Austria, 80 años)
El cardenal Christoph Schönborn ha desempeñado roles significativos en la iglesia lo largo de su carrera, incluyendo la participación en la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica. En 1995, fue nombrado arzobispo de Viena, cargo que ocupó hasta su jubilación en enero de 2025. Además, fue presidente de la Conferencia Episcopal Austriaca desde 1998 hasta 2020.
A lo largo de su ministerio, el cardenal Schönborn ha abordado diversos temas sociales y eclesiales. En una entrevista, señaló: “Sin inmigración, el cuidado de las personas mayores, como la atención 24 horas, no sería viable en este momento”. Sin embargo, también enfatizó la necesidad de diferenciar entre la inmigración laboral y la situación de los refugiados, indicando que ambas cuestiones requieren enfoques específicos.

El cardenal austríaco Christoph Schoenborn durante una conferencia de prensa en Viena en enero de este año. Crédito: HANS KLAUS TECHT/APA/AFP via Getty Images
En octubre de 2023, durante su participación en el Sínodo de la Sinodalidad, recordó que “Europa ya no es el centro principal de la Iglesia”, subrayando la creciente importancia de otras regiones en la comunidad católica mundial.
Tras casi tres décadas al frente de la arquidiócesis de Viena, el cardenal Schönborn se despidió de su cargo en enero de 2025, celebrando una misa de acción de gracias a la que asistieron aproximadamente 4,000 personas. En esta ocasión, expresó su gratitud por los años de servicio y destacó los desafíos y logros durante su ministerio pastoral.
A lo largo de su vida, el cardenal Christoph Schönborn ha sido reconocido por su compromiso con la doctrina católica, su apertura al diálogo en temas contemporáneos y su dedicación al servicio pastoral en Austria y más allá. (UNIVISION)
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