Todos conocemos de sobra, la infamia que irradia su mente deforme y enferma.
No piensa dos veces cuado de hacer daño se trata.
Para nada interesa que sus acciones, desprestigien y vayan contra la reputación y buen nombre de su propia Patria.
Eso no es otra cosa que Traición. Traición a la Patria.
Porque una cosa es su insensatez y otra muy distinta es elaborar estrategias de ataque, que vulneren el honor y hagan escarnio del nombre de nuestro País.
Su comportamiento no es de persona equilibrada.
Eso de esconder su personalidad en una bipolaridad es de por si engañoso.
Los intentos de conservar un movimiento político para fines personales disfrazados con una ideología retorcida; las diversas intentonas; sus obsecuentes candidatos; las derrotas electorales, la intención proterva, deben haber hecho crisis en su ego y en su sed de venganza.
Cuando se frustró la extracción de Glas de la embajada de México, luego de una cuidadosa planificación de fuga, Correa concurrió a la Corte de Bruselas y pidió a México bloquear el puerto de Guayaquil.
En su frustración exacerbó los animos de los países, denunciando la violación de un tratado diplomático de inmunidad por violación.
Sus acciones contra nuestro país obligan al Ecuador a defenderse en la Corte Internacional de Justicia, pese a que Glas, el huésped, era un reo de la Justicia y su presencia era parte de un acuerdo entre López Obrador y Correa. No era un refugiado político.
Rafael Correa se piensa el líder único e indiscutible. Desde que dejó el poder el 2017, se enfrascó en una campaña de sabotaje, boicot, desprestigio y critica a todos los gobiernos que le sucedieron, en una serie de atentados que causaron perdidas económicas y retraso a las posibilidades de normalizar la situación crítica en la que él dejó al país.
Reunidas todas las acciones de hecho y el boicot institucional, puede afirmarse que se trata de una conspiración política permanente en contra del sistema democrático, sus instituciones y su gobierno.
Sus militantes infiltrados hacen de las suyas conspirando con agenda propia, bajo su pernicioso liderazgo. El caso Verduga, es la prueba.
Ahora, con la perdida aparatosa sufrida en las elecciones del día 13 de Abril, desató una campaña de acciones, rumores y declaraciones para intentar convencer a otros países para deslegitimar el resultado a costa del prestigio y seriedad del país, pese a que la denuncia de fraude es totalmente infundada.
Este es otro atentado grotesco contra el país, porque habrá “conversado” con Maduro, Sheinbaun y Petro, para que se den la libertad de opinar sobre las elecciones y hablen barbaridades sobre Ecuador, trayendo como consecuencia más desprestigio y dudas sobre un país de personas decentes, del cual ahora dudan y hacen mofa.
Pero todo viene desde una fina trama urdida por Correa, el desequilibrado líder de la agrupación política.
No duden que después de esta última arremetida, ya estará pensando en volar otro oleoducto, boicotear otra central de energía, incendiar otros bosques. Sacar nuevamente a indígenas pre-pago, para generar un ambiente de zozobra que desprestigie al gobierno y cause cuantiosas perdidas.
No duden todo lo que le sucede a este país es originado en la mente enferma de un acomplejado narcisista y megalómano que se pensó ministro, en tres meses engatusó a mandatarios, consiguió gobernar y ahora ve que no va a poder llegar a ser el presidente se un conglomerado de países gobernados por la internacional del crimen socialista, su gran ambición.
LA MIGRACION DE LOS VOTOS…
No existe ninguna razón, para no creer que hubo un intento del correismo para cambiar el resultado de la votación presidencial en primera vuelta, documentada y cuantificada por Esteban Guarderas.
De acuerdo con la estadística, entre la primera y segunda vuelta, se acercaron a las urnas un millón trescientos mil votantes más.
Los votos en blanco disminuyeron. 170.000 personas votaron por un candidato, mientras los votos nulos, se mantuvieron en cifras similares.
Esto significa que hubo disponibilidad de un millón cuatrocientos setenta mil votos adicionales a los de primera vuelta electoral.
Si NOBOA superó en un millón doscientos mil votos a González, se entiende que su votación proviene, tanto de los ausentes en la primera vuelta, como de aquellos que votaron en blanco la primera vez.
El correismo tiene su votación dura en ciudadanos que hicieron de su militancia un acto de fé. No son ciudadanos normales. Son fanáticos convencidos por la propaganda de un régimen que mostraba obras, Pero escondía su costo; difundía aparente buena intención, pero ocultaba las nefastas.
El votante convencido y fanático del correismo, no pasa del 20% de ciudadanos.
Tanto es así, que en las elecciones seccionales, alcaldes y prefectos ganan con un 20% del total.
En sus campañas, no pueden exponer sus intenciones, porque entran siempre con engaño. Y para lograr votación incauta, atacan con toda su zaña al oponente, generando rechazo de los ciudadanos comunes, que no aceptan sus antecedentes corruptos.
El grupo de puebla, que es igual al de Sao Paulo y el CELAC, funciona como un comité de países que cayeron en desgracia bajo la égida de líderes explotadores que los mantienen en la miseria, mientras concentran en sus manos la riqueza de sus países.
El triunfo en las urnas de Daniel NOBOA, es para ese grupo una perdida significativa, porque es otro país que no cae en dominio comunista.
La manifestación falsa de fraude electoral que adoptó Luisa González como justificación de su derrota y de su abominable campaña de ataque, ha tenido eco en los presidentes de naciones agrupadas del ALBA, CELAC, o grupo de puebla. Sheinbaun, Petro y Maduro, hablan de fraude.
Esos presidentes se pronunciaron seguramente influidos por Rafael Correa, el líder prófugo de la “revolución ciudadana”, que rechaza la derrota y no la acepta, con el enfermizo justificativo que son ellos y los zombies que votan por ellos, “el pueblo ecuatoriano”, asumiendo que ese “pueblo” (ellos), quien debe gobernar.
Pero aquí estamos, presentes cinco millones setecientos mil ecuatorianos dispuestos a respaldar la libertad, la decencia, el patriotismo de un país, que pese a un enorme desfalco, quiere ponerse en pie y vivir en plena democracia.
COMO SE EXPLICA…
En la contienda electoral del 2023, en que Daniel NOBOA ganó la presidencia, luego de la muerte cruzada, Luisa González obtuvo 3.3 millones de votos. Entendidos como la votación dura del correismo.
En la elección del 2025, Daniel NOBOA logra en la primera vuelta, una votación 4’527.000 votos, es decir 700.000 votos menos que el 2023, cuando ganó la primera vez.
Sorpresivamente, Luisa Gonzáles obtiene en la primera vuelta del 2025, un millón dos cientos mil votos más que el 2023.
Entre la primera y segunda vuelta del 2025 ocurre un cambio en la estadística del voto.
Los votos blancos disminuyen en aproximadamente 200.000 y el número de votantes incrementa en otros 200.000.
El 2025, mientras Luisa González incrementa su votación de primera a segunda en 170.000 votos, Daniel NOBOA lo hace en 1’300.000.
De los 500.000 votos de Iza solo 170.000 fueron a parar donde Luisa y los demás dónde NOBOA.
Podría suponerse que entre votos blancos, votos ausentes y votos de Iza, suman 730.000.
La incógnita está en los 600.000 votos restantes.
La única respuesta posible es la del fraude fraguado a favor de Luisa González durante la primera vuelta electoral, que con control efectivo, pasaron directamente a la votación de NOBOA.
Así si tiene lógica la estadística electoral!
Por: ESTUARDO MELO MORENO
Mas noticias
La libertad venció al crimen en las elecciones de Ecuador, pero marca la agenda del gobierno: acabar las leyes del autoritarismo y la impunidad
CUÁNTA PAZ…
HASTA LA COMPARACIÓN OFENDE!