Una tragedia sacudió este 5 de mayo en el estado Yaracuy, en Venezuela, luego de que una mujer de 39 años identificada como Érika Fernández falleciera tras sufrir quemaduras en el 70 % de su cuerpo. Todo ocurrió durante un ritual de espiritismo en el que, según informes oficiales, se le roció gasolina como parte de un supuesto “despojo espiritual”.
Érika había acudido al ritual porque creía estar bajo los efectos de una posesión o maleficio, manifestado a través de piojos y lesiones en el cuero cabelludo. El acto fue dirigido por un hombre de 61 años, que aseguraba practicar el espiritismo. Durante la ceremonia, este le aplicó gasolina sobre la cabeza, sin considerar que en el entorno había velas encendidas.
El contacto entre el combustible y las llamas desató un incendio inmediato. Aunque el hombre intentó apagar el fuego con agua, las quemaduras fueron letales. La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Central de San Felipe y luego al área de caumatología del Hospital Antonio María Pineda, en Barquisimeto. Murió tres días después, el jueves 8 de mayo.
El responsable fue detenido por las autoridades y el caso está siendo investigado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Érika Fernández era madre de tres hijos menores de edad y vivía en la comunidad de Taría, en el mismo municipio donde ocurrió el hecho. Su muerte ha causado conmoción en la región y ha reavivado el debate sobre la práctica de rituales sin supervisión médica o legal, especialmente en zonas vulnerables del país. (ECUAVISA)
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