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Fiscalía obtiene sentencia contra autor de desaparición involuntaria

Quito (Pichincha), 16 de julio de 2025.- Christian David S. J. (18 años), autor de la desaparición forzada de Luis Alejandro Ortiz Imbaquingo, un taxista informal de 35 años, fue condenado a diecisiete años y cuatro meses de prisión con base en las pruebas presentadas por la Fiscalía General del Estado.

La sentencia incluye, además, el pago de 10.000 dólares como reparación integral a los familiares de la víctima: una familia en situación de extrema pobreza, con un hijo con discapacidad intelectual del 90 % y perteneciente a una comunidad indígena del norte del país.

Tres adolescentes ya fueron sentenciados

Los otros tres implicados, adolescentes de entre 15 y 17 años, conocidos como “el colombiano”, “el zambo” y el hermano menor de Christian David S. J., fueron condenados en octubre de 2024 como coautores de secuestro extorsivo y desaparición involuntaria, en concurso real de infracciones.

  • “El colombiano” y “el zambo” cumplen seis años y once meses de internamiento institucional. La Corte Nacional de Justicia rechazó el recurso de casación con el que buscaban una reducción de la pena.
  • El hermano menor de Christian David S. J., de 17 años, recibió cuatro años y once meses de internamiento institucional por colaborar con Fiscalía durante el proceso.

Todos deberán entregar una reparación económica de 6.000 dólares a los deudos.

El caso

La investigación, liderada por la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas y la Fiscalía Especializada en Justicia Juvenil, determinó que los cuatro procesados fueron reclutados por el grupo de delincuencia organizada “Los Lobos”.

La historia de este crimen comenzó con mensajes de WhatsApp entre Christian David S. J. y un privado de libertad, días antes de cometerlo. El recluso le preguntó cuánto cobraría por “mover un carro” y el ahora sentenciado respondió: “400”.

La noche del 3 de agosto de 2024, los cuatro implicados solicitaron una carrera a través de una plataforma digital desde La Carolina hasta Calderón. Durante el trayecto, sometieron al conductor, lo obligaron a transferir 96 dólares desde su teléfono a la cuenta de Christian David S. J. y borraron las aplicaciones del dispositivo.

Luego lo hirieron con un cuchillo, lo envolvieron en una cobija y, mientras bebían cerveza, tomaron fotografías y videos para enviarlos a su contacto en prisión, al que llamaban “jefe”. Posteriormente, abandonaron el cuerpo y se ocultaron con el vehículo en un hostal.

Paralelamente, el hermano de la víctima intentó comunicarse con Luis Alejandro, quien, a las 22:00, le había enviado un último mensaje desde Cochapamba. Sin respuesta, revisó el correo electrónico de su hermano y encontró una transferencia bancaria a nombre de Christian David S. J. Con esa evidencia, denunció la desaparición la mañana del 4 de agosto, lo que permitió activar las diligencias investigativas.

Ese mismo día, Fiscalía ubicó el celular de la víctima en Pomasqui, mientras los implicados coordinaban la entrega del vehículo robado y pedían dinero a su contacto para pagar el hospedaje. Tras recibir el pago, Christian David S. J. escribió que se iba a “guardar un rato” y que no trabajaría al día siguiente porque tenía exámenes en el colegio.

La Policía y Fiscalía ya seguían su rastro. Esa noche, al notar un dron cerca de su casa, fotografió el aparato y lo envió a su contacto en prisión, quien le advirtió: “Borra toda la evidencia”.

Cuando los agentes llegaron, Christian David S. J. ofreció colaborar y confesó lo sucedido. Entregó las direcciones de los otros adolescentes implicados y el teléfono donde guardaba fotos y videos de los hechos.

En los allanamientos se incautaron el celular de la víctima, un pantalón negro y unas zapatillas con rastros de sangre confirmados en pericias. El ahora sentenciado también guio a los investigadores hasta la vía Culebrillas, donde se hallaron muestras biológicas concordantes con el perfil genético de la madre de la víctima, así como su tarjeta de débito y una bolsa con el tirante cortado que, según su hermano, siempre llevaba consigo.

Días después, el vehículo fue recuperado en El Arenal, tras ser utilizado para otros delitos en Quito. Las pruebas recabadas, presentadas por el Fiscal de Personas Desaparecidas en la audiencia de juicio, permitieron sostener la acusación contra Christian David S. J., quien se acogió al derecho al silencio.

La búsqueda continúa

En coordinación con la Policía Nacional y otras instituciones, Fiscalía mantiene la búsqueda del cuerpo de Luis Alejandro Ortiz Imbaquingo. Se han llevado a cabo más de diez operativos aéreos, terrestres y fluviales en el sector del puente de Culebrillas, donde –según Christian David S. J.– arrojaron el cadáver al río Guayllabamba, cerca de la Central Hidroeléctrica Manduriacu.

Información jurídica

Christian David S. J. fue sentenciado conforme al artículo 163.1 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), con las agravantes del artículo 47, numerales 7 y 10.

Los adolescentes fueron procesados por secuestro extorsivo (artículo 162.4) y desaparición involuntaria (artículo 163.1), en concurso real de infracciones, conforme al Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia. (FGE)