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Los partidos políticos sobrevivirán sin dinero estatal, pero habrá campañas electorales desiguales

Partidos y movimientos políticos están próximos a dejar de recibir dinero del Estado tanto para su funcionamiento como para las campañas electorales y esto plantea preguntas sobre qué pasará con su futuro y en las elecciones venideras.

Antes es necesario conocer que hay dos tipos de fondos que reciben las organizaciones políticas.

El primero se denomina Fondo Partidario Permanente y es un monto que reciben para actividades de formación política, publicaciones, capacitaciones e investigaciones. Incluso para su funcionamiento institucional. Para ello, debían cumplir con alguno de estos requisitos: la obtención del 4 % de votos válidos en dos elecciones pluripersonales consecutivas; al menos 3 representantes en la asamblea nacional; 18 de las 222 alcaldías; un concejal en al menos 22 de los 222 cantones.

El segundo se llama Fondo de Promoción Electoral y se asigna para cubrir su propaganda en campaña electoral en prensa escrita, televisión radio, vallas publicitarias y medios digitales. Ese dinero no se entrega a los candidatos, sino directamente en el medio de comunicación en el que el candidato quiere salir.

Alfredo Espinosa, experto electoral, está de acuerdo con la eliminación del fondo partidario permanente porque asegura que las organizaciones políticas no investigaban, no publicaban ni formaban nuevos cuadros. “Hacían pasar un panfleto como publicación”, dice.

¿Pueden sobrevivir los partidos sin dinero estatal?

Las organizaciones políticas no dejarán de existir por la eliminación del fondo partidario permanente. Sobrevivirán, dándose sus modos.

“Los partidos buscarán vías para fondear recursos. El primero de ellos podría ser extender el sombrero para que directivos y militantes aporten económicamente”, analiza Espinosa.

Eso lo confirma Elvis Herrerasecretario nacional de la Izquierda Democrática, quien cuenta que ya hay reuniones para hablar de aportes económicos de los afiliados y que cuenten con un carnet. También se analiza la creación de un instituto de formación política y centro de mediación.

También cuenta que su organización política no ha recibido el fondo partidario desde el 2020, y aun así se mantienen en pie. Eso sí, reconoce que dejar de percibir ese financiamiento los afectará en su funcionamiento.

Herrera se muestra contrario a la eliminación del fondo partidario permanente porque resalta que ese dinero servía para la formación política de jóvenes. “La pregunta no es si le quitas plata a una organización política, le estás quitando la oportunidad para que se formen nuevos cuadros políticamente”, sostiene.

En el otro lado de la orilla se encuentra el Movimiento CREO, que defiende que las organizaciones políticas se financien por su cuenta. Eitel Zambrano, presidente de CREO, cuenta que el movimiento se mantiene con aportes voluntarios. Uno de esos aportes viene del expresidente de la República, Guillermo Lasso.

“El expresidente Lasso ha hecho aportes y eso es público, tanto con el CNE como con la UAFE”, indica.

Agrega que para sostener al movimiento también se lo hace con “voluntad, tiempo, trabajo. (…) Depende de la experiencia que puedas aportar, las gestiones que puedas realizar…”.

Se vendrá una campaña electoral desigual

Para Alfredo Espinosa, el verdadero problema será la eliminación del fondo de promoción electoral porque provocará campañas electorales desiguales, entre candidatos con poder económico y los que no tienen recursos.

Un candidato sin dinero no podrá pagarse un pautaje en radio, televisión o una valla publicitaria. Tendrá que limitarse a las redes sociales, analiza el experto.

También le preocupa que las organizaciones políticas, bien sea para sostener su administración o para la campaña, reciban dinero de dudosa procedencia. En este sentido, dice que las elecciones pueden convertirse en escenarios para lavar dinero.

Y pese a que el CNE debe controlar aquello, si antes no lo hacían, menos lo harán cuando los partidos no reciban dinero estatal, dice Espinosa. (ECUAVISA)

Si gana el Sí en diciembre, chao privilegios legislativos y chao asambleístas títeres

El presidente Daniel Noboa impulsa una propuesta histórica: reducir la Asamblea Nacional de 151 a 75 asambleístas. Según los cálculos, esta medida permitiría un ahorro anual de más de USD 8 millones, dinero que podría destinarse a educación, salud y programas sociales.

Actualmente, cada legislador recibe una remuneración mensual de USD 6.000, más compensaciones por vivienda (USD 1.020) y otros beneficios. Solo en sueldos base, los 151 asambleístas cuestan USD 10,8 millones al año, y sumando vivienda y otros pagos, el gasto total supera los USD 16 millones. Reduciendo la Asamblea a 75 miembros, el gasto anual bajaría a aproximadamente 8,3 millones, generando un ahorro significativo para el Estado. Cabe destacar que esta reducción a la mitad es un caso hipotético extremo, usado para ilustrar el impacto potencial del ahorro.

Además del ahorro económico, la propuesta busca optimizar la gestión legislativa y reducir riesgos de ineficiencia o corrupción derivados de la burocracia excesiva. Con menos políticos, la Asamblea podría ser más eficiente y transparente, beneficiando a todos los ecuatorianos.

Si los ciudadanos aprueban el “sí” en la consulta de diciembre, será un paso concreto hacia un Estado más ágil y responsable, donde los recursos públicos se destinan directamente al bienestar de la población y no a privilegios innecesarios de unos pocos.

Menos políticos, menos gastos y más dinero para la ciudadanía: un sí contundente puede transformar el despilfarro legislativo en inversión social real. (LA DATA)