No es fácil para una sociedad pacífica y sin afán de lucha, empeñarse en una campaña radical para extinguir los males que la aquejan, asumir que no les queda otra opción que tomar una sola bandera y batallar para eliminar la plaga que la azotó, precisamente por pensar en milagros y no en actos racionales, planificados y decisiones asertivas para la conducción del País con firmeza.
Esto va a llegar solamente cuando todas las alternativas de lucha hayan fallado y el peligro de debacle total sea inminente, al tener la evidencia que su último intento por recuperar equilibrio en su conducción, junto con la recuperación de sus valores éticos, la visión de largo plazo y la solidez de la gestión económica, falló!
La recta intención con que Lasso llegó al poder, fue bombardeada por una campaña mediática subterránea y perversa. Un ejercicio de terrorismo político principalmente enfocado a desprestigiar un trabajo de recuperación económica urgente, que al mismo tiempo iba a desnudar las enormes falencias administrativas, económicas, sociales y éticas de la falacia correísta.
Lo que debemos entender de una buena vez, es que CORREÍSMO NUNCA MÁS! , en el poder del estado Ecuatoriano. Conocemos de sus intenciones, de sus actuaciones, de su manera de engañar, de sus resultados, de sus objetivos, de su carencia de escrúpulos y de su a-moralidad, e incapaces de aceptar que durante diez años, causaron una debacle monumental del Ecuador, que tardará muchos años en ser restaurada.
La destrucción de las ideologías, la desesperanza, la política mal entendida, han hecho que hasta la Democracia sea puesta en duda, porque un país disímil, no cuenta con eficacia gubernamental.
Si se consigue ver el panorama político del País actual en perspectiva, se puede asegurar que hay dos posiciones a las que la voluntad popular pliega:
El ANTI-CORREÍSMO mayoritario demostrado en el 46% de votos reales e indiscutibles de los ciudadanos y, el CORREÍSMO que espera volver reivindicado de sus delitos, con apoyo de sus partidarios que anhelan repartir la torta que aún queda y probablemente “EL REPARTO EQUITATIVO DE LOS BIENES DE LA PRODUCCIÓN”.
Esto en primer lugar debe poner en pie de lucha a los empresarios e inversionistas del País, junto a todos los trabajadores que tienen sus empleos en los procesos productivos y cuentan con trabajo formal.
Pero también al ciudadano que tiene que discernir entre la falsedad de la oferta populista disfrazada con pseudo-ideologías e insaciable voracidad, frente a un gobierno que se maneje a través de las normas de un buen gobierno, eficiente, respetuoso de las Leyes y basado en planes coherentes y sustentables.
Es la pugna entre la irracionalidad de un des-gobierno plagado de mañas, engaño y estafa masiva, que desconoce sus barbaridades y fechorías en diez años completos de abuso y propaganda, que es a todas luces el causante de una debacle de la economía fiscal y sigue fingiendo inocencia y peor que eso, contradice la abundante evidencia de una participación dolosa e infame, con secuelas irreversibles perfectamente conocidas por ellos y por nosotros, de las que se declaran inocentes y perseguidos.
Necios al creer y defender que Rafael Correa era bien intencionado, que sus decisiones no tenían doble sentido, que conocía de Economía, que decía la verdad, que hizo un buen gobierno.
Pero todos los demás, que no fuimos cómplices ni lucramos de su podredumbre, que pudimos observarlo cuidadosamente mientras ejecutaba sus trafasías y se enriquecía por medio de testaferros y abducidos de su corrupción, queremos evitar a toda costa que por algún descuido al que nos ha acostumbrados, pueda atreverse nuevamente a meter sus manos en el poder del Estado.
Tenemos certeza que acumuló billones de dólares y los exportó a paraísos fiscales y mantiene el producto de su asalto en una sola cuenta bien escondida; Que sacó dinero y oro del país en los aviones presidenciales; que traficó con el honor nacional enviando droga por valija diplomática; que permitió el narcotráfico en gran escala; que usurpó dinero en distintas formas con la complicidad de Jorge Glas y otros secuaces de poca monta; que hizo de la contratación pública una fuente inagotable de riqueza mal habida.
También estamos conscientes que quiso, pero no logró, embarcarnos en una Economía de Estado, sin propiedad ni capital privado, sin utilidad empresarial, sin libre mercado, sin oferta y demanda, sin dolarización, incautando toda la inversión, para manejar a su antojo los dineros ajenos como esos gamonales bien conocidos por nosotros que sí consiguieron engatusar con consignas “revolucionarias” y progresistas en Cuba, Argentina, Venezuela, Nicaragua y permanecer de por vida esquilmando las riquezas de esos países, para convertirlas en fortunas personales.
Esa es la lucha en la que estamos convocados. O es Correa con su truculencia malsana y pervertida el que consigue nueva hegemonía, utilizando jueces y torciendo Leyes, o somos nosotros, los que queremos un país tranquilo y sin sobresaltos, una vez que hayamos aniquilado por cualquier medio esta plaga enfermiza, que caló en el espíritu facilista y permisivo de muchos ecuatorianos.
Por: ESTUARDO MELO MORENO
Mas noticias
El método del terror. Caso: Alfaseguros
El discurso de Cayetana Álvarez que no dejó títere con cabeza
MAFIA…