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Reductores de velocidad son una oportunidad para la delincuencia

SANTO DOMINGO.- Un policía en servicio activo se convirtió en una nueva víctima de la delincuencia. El hombre de 31 años fue interceptado por antisociales cuando circulaba por la vía Santo Domingo-El Carmen, cerca de la gasolinera Henay.

Los ladrones aprovecharon que el hombre debió bajar la marcha del vehículo para pasar los dos muros que hay en este punto, lo apuntaron con armas de fuego y lo obligaron a bajar.
Los atacantes le propinaron golpes en la cabeza y le robaron el vehículo Mazda, modelo Allegro, y un celular.

El hombre, que portaba el uniforme policial, luego fue abandonado. Cuando lo auxiliaron fue llevado a una clínica. Los galenos detectaron que tenía un trauma craneoencefálico y una herida en la pierna derecha.

Este no es un caso aislado. Los conductores que transitan por la vía que conduce a Chone coinciden en que los reductores de velocidad construidos a lo largo de la arteria se han convertido en una oportunidad para el accionar delincuencial.

En el trayecto hasta el límite provincial con Manabí hay 27 muros, la mayoría de ellos están en mal estado.

Delincuencia imparable

El modus operandi es el mismo. Al parecer, habría personas que trabajan como ‘campaneros’ y que se ubican en la zona determinada, por el redondel.

Ellos son el primer ‘filtro’ que pasan las víctimas que luego son monitoreadas por otros vigías que se ubicarían entre la entrada a la Universidad Tecnológica Equinoccial y una gasolinera.

Los mayoría de robos se concentra desde el kilómetro cuatro hasta el nueve, en la entrada a San Jacinto del Búa. El blanco de  los ladrones son los carros, aunque también se inclinan por motos que luego son empleadas para cometer hechos delictivos. (EL DIARIO)