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Pandilleros en pacificación mutaron en sicarios, capos y operadores del correato (HDP parte 2)

Los hijos de la pacificación. Segunda Parte. Las historias de El Chino, el Diablo, King Majestic y Chino Latin, cuatro líderes visibles de las pandillas Vatos Locos y Latin Kings, son el crudo retrato del fracaso del proceso de Pacificación, promovido por el Gobierno de Rafael Correa. La segunda entrega del especial “Hijos de la Pacificación”, nos sumerge más profundamente en el oscuro mundo de las bandas delictivas. 

Lejos de conseguir la anhelada paz entre grupos enfrentados o de reinsertarse en la sociedad y mejorar su calidad de vida, siguieron atados a sus grupos narcodelictivos, a la mafia albanesa, y continuaron protagonizando enfrentamientos, sembrando muerte y han dejado profundas cicatrices en el tejido social del país. Dos de ellos fueron asesinados violentamente.

Darío Suárez, alias «El Chino»; Carlos Manuel Macías Saverio, «El Diablo»; Manuel Zúñiga, apodado «King Majestic» (+) y Johnny Arévalo, “Chino Latin”(+) son solo la punta del iceberg de un sistema que falló catastróficamente en su intento de rehabilitar a los jóvenes involucrados en la delincuencia. 

Estos casos se han evidenciado en los chats de Leandro Norero (capo del narcotráfico asesinado en la cárcel de Cotopaxi) quien también fue parte del proceso de pacificación y lideró la banda los Ñetas. En el cuadro también aparece Ronny Aleaga, líder de los Latin Kings y de la pacificación, otrora orgullo de la RC5 y, ahora acusado en el entramado de corrupción de la narco política, en el caso Metástasis. 

La pacificación que catapultó al crimen organizado

Mientras el correato, desde el 2007, se jactaba del éxito de la legalización de estas pandillas, presentándolas como grupos sociales rehabilitados y en proceso de integración, la realidad detrás de este discurso era muy distinta, más bien sombría.

Las reuniones y negociaciones entre representantes de las pandillas y el Gobierno solo lograron un cese temporal de las disputas, mientras se reclutaba a estos jóvenes en las filas de Alianza País, convirtiéndolos en una especie de ejército de reserva para los intereses políticos del régimen.

El tema es analizado por Carlos Andrés Vera, Mario Pazmiño y Alexandra Zumárraga quienes ofrecen una visión integral de cómo la pacificación de pandillas, durante el correato, no solo fracasó en su objetivo de reintegrar a los jóvenes en la sociedad, sino que también alimentó y fortaleció la presencia del crimen organizado en Ecuador. 

Carlos Andrés Vera, director y estratega comunicacional, cree que el fiasco de la pacificación se evidencia con dos de los protagonistas de ese acuerdo -Ronny Aleaga, el Ruso y Leandro Norero, el Patrón- y señala que con ellos se abrieron las puertas del país al narcotráfico.

Vera ve que dos protagonistas del proceso de pacificación: Leandro Norero y Ronny Aleaga pasaron de las pandillas a hacer negocios y a la política. También destaca la necesidad del correísmo de tener un acercamiento a las bandas porque necesitaban fuerzas de choque, que se dediquen a hacer el trabajo sucio. Para Vera, del proceso de pacificación salieron uno de los traficantes más pesados; Leandro Norero; y Aleaga, quien terminó siendo un alto personero de la Asamblea.

Mario Pazmiño, coronel en servicio pasivo de las Fuerzas Armadas de Ecuador, ex director de Inteligencia del Ejército ecuatoriano y consultor, comparte esta visión, y asegura que la pacificación “fue el primer paso” que allanó el camino para la consolidación de mafias transnacionales en el Ecuador.

Pazmiño lamentó que luego de que Ecuador fuera un país de tránsito, se transforma sobre todo a partir del 2014 en la principal plataforma de exportación de cocaína del Pacífico.

Así mismo Alexandra Zumárraga, exdirectora de rehabilitación, quien fue parte del proceso de pacificación confirma que «el giro siniestro de esta pacificación es que no hubo pacificación».

En este sentido, La Fuente – Periodismo de Investigación reseña cuatro casos de pandilleros supuestamente rehabilitados, pero que en los hechos consolidaron y diversificaron sus actividades criminales.

Darío Suárez, alias “El Chino”, nombrado en el caso Villavicencio

Darío Gabriel Suárez Bedón, alias “El Chino”, es líder de los Vatos Locos en la cárcel de Latacunga. Esa pandilla fue una de las que se  incorporó a un proceso de legalización en 2018, recuerda Alexandra Zumárraga, ex directora de Rehabilitación Social.

Darío Suárez alias Chino

 El 21 de mayo de 2022, Suárez fue sentenciado a 34 años de prisión en calidad de coautor por el asesinato de Harrison Salcedo, exabogado de Jorge Glas y Jose Luis Zambrano, alias “Rasquiña”. El crimen se llevó a cabo el 21 de abril de 2021 en el cruce de las avenidas República y 6 de Diciembre.

Darío Suárez, alias “El chino”, vinculado al asesinato de Harrison Salcedo, conocido como «Hulk» y Fernando Villavicencio

Su nombre volvió a aparecer recién en el marco de la audiencia preparatoria de juicio por el asesinato del ex candidato presidencial Fernando Villavicencio. La fiscal Ana Hidalgo expuso parte de la declaración de “A.M.J.P.” testigo protegido de la causa seguida contra los autores materiales del magnicidio de Fernando Villavicencio, el 9 de agosto de 2023. 

Parte del testimonio leído por la fiscal en la audiencia indicaba que una persona les había contactado a él y a su pareja Laura B. (lideresa de Los Lobos) 

Les dijo que iban a entrar “otras personas que son más atrevidas y que son enviadas por El Chino, quien está en Latacunga”. También explicó que alias El Chino quería  llevarse el mérito de esta muerte. Además explicó que el 8 de agosto, un día antes del asesinato de Fernando Villavicencio se hizo una reunión; “mandaron a decir que por temas de monto  iban a entrar más grupos, esto es el grupo de El Invisible, de Carlos Angulo, (es decir) los colombianos”. 

El Chino, según el testigo protegido, quería asesinar a Villavicencio porque sería una suerte de “trofeo” y le serviría para escalar posiciones en el mundo criminal, además del control “de medio Quito”, el manejo de las cárceles, rebaja de penas e incluso para obtener la libertad.

Más adelante, la fiscal Hidalgo leyó parte del interrogatorio que se le hizo al testigo protegido:

  • Fiscal: Mencionó a Párraga. ¿Quién era?
  • Testigo: Él es gente de Maduro. De otros de la firma, a él le llamaron para que maneje la moto de alta gama mil. Ramírez Párraga estaba manejando justo ese día. Él salió y cayó preso. La moto se la llevó el colombiano.

El testigo protegido se refiere a Erick Ramírez Párraga, quien sería un sicario de Elvis Fabián Conde Cevallos, alias “Maduro”, otro sentenciado a 11 años y siete meses de prisión, junto a El Chino, por el asesinato de allias “Hulk”. Conde Cevallos habría dado la orden desde la cárcel de Turi, en Cuenca, para asesinar al ex abogado de Glas y Rasquiña.

Sin embargo, los chats de Metástasis revelaron que la autoría intelectual del asesinato de Salcedo recae sobre Leandro Norero, narcotraficante también asesinado en octubre de 2022 en la cárcel de Latacunga.

Norero -en una conversación con Daniel Salcedo, alias “Bellito”- confesó que él mandó a matar a Harrison Salcedo porque insultó a su madre y lo extorsionaba con exponerlo públicamente.

“El Diablo”: el latin king operador de la mafia albanesa

Carlos Manuel Macías Saverio, alias “El Diablo”, es el actual líder de la banda de los Latin Kings. Dirige a la facción de los Caballeros Oscuros, brazo armado de dicha pandilla. Se dice que actualmente maneja los pabellones 1, 4 y 11 en la Penitenciaría del Litoral.

Tuvo procesos por asesinato, narcotráfico y tenencia ilegal de armas. Por estos últimos dos delitos fue sentenciado en 2014 a 1 año y a 18 meses, respectivamente. Macías está libre desde 2016 y se conoce que se dedica al tráfico de drogas.

Macías es un temido capo del que poco se sabe y al que los propios miembros de su estructura criminal evitan mencionar. 

Carlos Macías, alias “El Diablo”, actual líder de los Latin Kings

Un reportaje de investigación, publicado el 19 de marzo de 2023 por el diario británico Daily Mail reveló los vínculos del líder Latin King con la mafia albanesa. 

La Fuente – Periodismo de Investigación tradujo el informe en el que se detalla cómo Macías operaba en confabulación con los cárteles del narcotráfico de Los Balcanes.

El periodista Stephen Wright conversó con “Junior” (nombre protegido) de un secuaz de Macías, alias El Diablo. La corresponsal ecuatoriana de Infobae, Yalilé Loaiza acompañó al equipo de Daily Mail como fixer (intérprete que ayuda a establecer contacto en una región) a su arribo al Ecuador.

“El encargado de trabajar con los albaneses es Carlos El Diablo. A las personas que trabajan en los muelles se les paga para ayudar a las bandas criminales. Hay trabajadores corruptos en muelles privados llamados Contecon”, contó Junior a Wright.

También le contó que la exportación de drogas a través del Canal de Panamá y del Atlántico se hace a centros de distribución en Bélgica, Países Bajos y España. 

Junior también explicó que Carlos trabaja con albaneses que viven en Guayaquil. 

”A veces se encuentran en el Centro Comercial del Sol y otros centros comerciales.  Ellos están a cargo de la mercancía y el valor de la cantidad (de cocaína) que se va a exportar. Los albaneses dan adelantos del dinero de los envíos de drogas; la suma siempre es exactamente la mitad”, relató.

Según esta misma fuente protegida, Los Latin Kings en Guayaquil trafican drogas que provienen de Colombia y Bolivia con destino a Europa y Reino Unido.

Alexandra Zumárraga refiere que El Diablo efectivamente es el operador de la mafia albanesa, pero añade que también es “socio” de Ronny Aleaga, ex asambleísta de la Revolución Ciudadana y presunto operador político de Norero. Pero eso no es todo; según la experta en rehabilitación social, es “vox populi” que Aleaga también financia y provee armas, “por medio de su socio El Diablo”, a los Latin Kings que permanecen en prisión, dijo.

Manuel Zúñiga, King Majestic, presuntamente asesinado por Los Lobos

Manuel Zúñiga, alias King Majestic,también conocido como “Inca Supremo», nació en la parroquia Pedro Carbo-Concepción, en Guayaquil. Era el líder de los Latin Kings en Quito y tenía 45 años cuando fue asesinado, el 14 de mayo del 2022, presuntamente por la banda Los Lobos.

Manuel Zúñiga, alias King Majestic. Foto tomada de Redes sociales.

Zúñiga, al igual que Aleaga, formó parte del proceso de pacificación de pandillas que organizó el gobierno de Correa. Tenía 27 años de antigüedad en la organización delictiva. Tiene dos perfiles en LinkedIn en los que se presenta como presidente de la empresa Kings Café & Catering, CEO de Cissko Records Company y Líder de Latin Kings & Queens del Ecuador.

Cuenta de LinkedIn de King Majesty

Kings Café & Catering es una empresa que se dedica al negocio gastronómico y que brindaba el servicio de alimentación a los decanos de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). En un boletín del 25 de junio de 2022, ese centro de estudios celebra que “desde 2014, los Reyes y Reinas reciben talleres y cursos de capacitación en la PUCE”.

Zúñiga conocía de manejo de armas, robo de vehículos e incluso estuvo en prisión. Trabajó en la Universidad Católica, en una oficina privada, hasta el día de su muerte.

En la cuenta de Facebook de los Almighty Latin King and Queen Nation, destaca una publicación, del 12 de enero de 2015, en la que se recuerda que, mediante acuerdo ministerial N° 689, Correa dio personería jurídica a la pandilla. El documento fue expedido el 2 de agosto de 2007.

En un reportaje hecho por la BBC, el 22 de noviembre de 2022, Majestic aseguraba que el proceso de legalización fue difícil porque vivían en un mundo de violencia.

«Nuestra transición fue gracias a la unión y la madurez de todos nosotros. No ha sido fácil, pero fue lo más positivo para nuestra nación», explicaba el jefe pandillero.

Se conoce que para consolidar su liderazgo, Majestic contaba con el respaldo de alias de El Diablo. King Majestic murió bajo la modalidad sicariato, a la altura del Puente 3, en Conocoto en mayo del 2022. Ese día, el “Inca Supremo” estaba acompañado de su pareja, Gabriela Cruz y su mascota. Su custodio y compañero de trabajo “El Bola” lo acompañaba, pero Majestic le ordenó que se retirara, pues consideraba que no corría peligro.

Minutos después, El Bola escuchó disparos, regresó al lugar y encontró muertos a todos.

Escena del crimen de Manuel Zúñiga y su pareja

Mientras Manuel Zúñiga los organizaba bajo la fachada de legalidad, El Diablo se apoderaba del sector El Recreo, en Durán, para traficar narcóticos. En esa zona, los Latin Kings disputan con los Chone Killers (antiguos Ñetas) el control del tráfico de sustancias ilícitas.

Un día antes del asesinato de Majestic, el 13 de mayo de 2022, miembros de Los Lobos y Latin Kings habían protagonizardo una gresca en el parque La Carolina, con botellas y cuchillos, por una supuesta negociación de paz que Zúñiga gestionaba con los Choneros, Tiguerones y Chone Killers para el microtráfico en Quito.

Majestic, según recoge el portal Primicias, confiaba en que podía liderar esta pacificación para evitar enfrentamientos por territorios, ya que tenía contacto con entidades que participaron en la pacificación de 2007.

En el campus de la Universidad Católica, algunos estudiantes que prefirieron el anonimato dijeron no conocer de la presencia de miembros de la banda Latin Kings en el servicio de Catering. “No sabía que había eso en la Católica. No sabía que había cafeterías de pandillas”, dijo

Otra fuente, que prefirió guardar reserva,  aseguró que a raíz de la presencia de Latin Kings en la PUCE, el campus universitario tuvo muchos problemas de microtráfico. “Muchos amigos me contaban que sí y aparte existía en ese tiempo algo que se llamaba ‘el pipa park’. Eso era justo al frente de la Facultad de Artes. Allí se juntaban los estudiantes a consumir”, contó.

Esta versión confirma lo dicho por Alexandra Zumárraga respecto a la infiltración del microtráfico en la PUCE desde que sus autoridades les abrieron las puertas a los Latin Kings.

La Fuente – Periodismo de Investigación intentó contactar a Fernando Ponce, rector de la PUCE, pero, por “una agenda copada” no atendió este requerimiento. La universidad delegó a una vocera para que atienda la entrevista, sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no hubo ninguna confirmación. 

Johnny Arévalo, el leal militante de RC5 con doble identidad

Johnny Arévalo, alias “Chino Latin King”, era presidente del Movimiento de Organizaciones y Juventudes Urbanas desde 2011. Su nombre real era Jorge Avilés Plúas y fue asesinado el 18 de febrero de 2020, bajo la modalidad sicariato, mientras esperaba en un local de comidas preparadas frente a su lugar de trabajo.

Johnny Arévalo, alias “Chino Latin King”.

Era asistente de enfermería en la Penitenciaría del Litoral en el área de máxima seguridad. Aprovechándose de su doble identidad, precisamente llegó a trabajar en el sistema carcelario. 

Chino Latin King era un fiel seguidor de Rafael Correa y la Revolución Ciudadana. En su cuenta de X (antes Twitter), constan los registros de sendos trinos en apoyo al expresidente, hoy prófugo de la justicia.

De igual manera, publicó, el 16 de enero de 2017, un mensaje en el que anunciaba su presencia en un evento sobre la Ley de Comunicación. En su tuit, etiquetó a Correa, al expresidente Lenín Moreno y a Jonathan Parra, exmilitante del correísmo y actual asambleísta de ADN.

Por sus apariciones y menciones en la cuenta de El Chino Latin King, se evidencia que Parra, junto a las exiliadas Viviana Bonilla y Gabriela Rivadeneira, eran las figuras del correísmo más cercanas al pandillero asesinado.

Todos estos casos demuestran que el Gobierno de Correa no rehabilitó a las pandillas, sino que las convirtió en su fuerza de choque a cambio de canonjías para sus líderes. Esa es la realidad de la pacificación.

El proceso de pacificación durante el régimen de Rafael Correa en Ecuador fue, en el mejor de los casos, una ilusión disfrazada de solución humanitaria. Lo que se presentó como un esfuerzo para reintegrar a pandilleros a la sociedad resultó ser una oportunidad para que estos individuos escalen y perfeccionen sus vicios criminales. La falta de seguimiento y supervisión permitió que los líderes de estas bandas transformaran sus organizaciones en máquinas de violencia y corrupción, mientras se beneficiaban de la convivencia con el poder político.

La próxima entrega de nuestro especial «Hijos de la Pacificación» profundizará en las conexiones entre el poder político, la corrupción, el vandalismo social y el crimen organizado, para arrojar luz sobre las lecciones que debemos aprender para evitar que la historia se repita. No te pierdas la tercera entrega de este especial. (PERIODISMO DE INVESTIGACION LA FUENTE)

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