OpenAI, Google, Udio o Suno son algunas de las empresas dedicadas a la inteligencia artificial que recibieron o están por recibir cartas de Sony Music para que no incluyan en sus inventos las voces de artistas que están bajo ese sello discográfico. No es otra cosa que el contrataque de la industria de la música, la cual ve cómo cantantes se preocupan por el uso de voces en temas que nunca produjeron.
El asunto tiene dos caras. Por un lado, facilita el trabajo de artistas al traer a la vida a colegas fallecidos o les ahorra horas de grabación. El resultado se traduce en temas como el de Drake, quien tuvo que disculparse con los gestores del patrimonio de Tupac Shakur, fallecido hace 28 años. Pero en la otra acera hay temores de que las voces falsamente recreadas terminen quitando el trabajo a los verdaderos cantantes. Es el mismo recelo que hay en muchas otras profesiones ante la llegada de esta tecnología.
En total, 700 desarrolladores están entre los destinatarios de la carta revisada por el Financial Times. Un precedente importante porque sería el primer freno de la gran compañía musical contra entusiastas y profesionales de la inteligencia artificial. Y es que en apenas minutos, herramientas como Suno son capaces de crear una canción, con prácticamente cualquier información. Entonces, usar la voz de un artista famoso influiría mucho en la calidad del producto de estas creaciones.
La inteligencia artificial vs. la realidad
Los gobiernos parecen dejar la protección de la propiedad intelectual a las distintas industrias, ya que es casi nulo o muy dispareja la aprobación de leyes sobre el tema. Eso da pie a que aparezcan advertencias como las de Sony Music, la cual no niega acuerdos a futuro de sus licencias con la inteligencia artificial, pero menciona la necesidad de tratos positivos para ambas partes.
Otro pedido a los desarrolladores es que proporcionen “detalles de todo el contenido utilizado hasta la próxima semana”. Así se inicia una nueva disputa tecnológica por la intromisión de estas novedades en la vida real y la carrera de cantantes y empresas.
Esta misma semana, tanto OpenAI como Google anunciaron el siguiente nivel de ChatGPT y de Gemini, respectivamente, demostrando que los límites son cada vez más difusos, con avances que años atrás solo era posible ver en películas de Hollywood. Por ejemplo, que la inteligencia artificial simule emociones humanas mientras habla con el usuario, o la enseñanza de problemas matemáticos complejos a estudiantes y la traducción simultánea entre dos personas que hablan diferentes idiomas.
Comunicado a Spotify y Apple
Artistas como Adele, Beyoncé o Harry Styles están en el catálogo de Sony Music cuya música o voces no podrán ser modificadas por desarrolladores o empresas usando algoritmos, programas o cualquier otro recurso con IA.
Pero la batalla no estaría completa si no se cubren todos los frentes, por ende, el sello discográfico también habría enviado cartas a Spotify y Apple, “pidiéndoles que adopten medidas de ‘mejores prácticas’ para proteger a los artistas y compositores por parte de desarrolladores de IA sin consentimiento o compensación”.
Los usuarios observan atentos esta nueva lucha mientras la IA continúa prometiendo mejoras que algunos critican por ser demasiado abruptas y, a veces, sin consentimiento.
Fuente: panampost.com
Oriana Rivas
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