Este miércoles 17 de julio, el hemiciclo de la Asamblea Nacional se convirtió en una suerte de auditorio en el cual un histriónico Wilman Terán, ex presidente del Consejo de la Judicatura, presentó su “obra de teatro”, aupado por los legisladores de la Revolución Ciudadana. En ella, se declaró como un hombre inocente y víctima de varios actores judiciales.
«Me han mandado a la cárcel La Roca para callarme,» afirmó, intentando desviar la atención de las acusaciones en su contra (ya que el juicio político era por incumplimiento de funciones y la destitución del juez Walter Macías) y presentándose como un mártir en la lucha contra un sistema corrupto. Esta narrativa de victimización parecía más una estrategia para ganar simpatía y apoyo político, ante las cámaras, antes que una reflexión genuina sobre la justicia.
Tras más de siete horas de debate de los legisladores, lleno de epítetos y en un ambiente bastante caldeado, se vio que las bancadas de Construye, ADN, Partido Social Cristiano, Pachakutik, están dispuestos a aprobar el juicio político contra el personaje también conocido como “el Diablo”.
Sin embargo, la bancada de la Revolución Ciudadana, ya había decidido salvarlo. Solo hubo 88 votos a favor del juicio político en contra de Terán, y 47 abstenciones. Con esta votación, el correísmo terminó salvando a Terán.
Tal vez por eso, hubo comentarios por parte del asambleísta Jorge Peñafiel, de que con la llegada de Terán y con las intervenciones de asambleístas como Ronal González, todo empezó a oler a azufre.
«El Diablo» arriba a la Asamblea Nacional para declararse inocente
Terán había llegado rodeado de agentes de la GEA (grupo especializado para traslado de reos), con una camisa naranja, chaleco antibalas y casco. La sesión se instaló con la presencia de 130 asambleístas.
La intervención del ex titular de la Judicatura duró dos horas y 28 minutos. Durante ese lapso, Terán arremetió directamente contra la Fiscal General del Estado, Diana Salazar, con la que sugirió se realice un “vis a vis” o “un duelo de verdades”, con el fin de probar los supuestos chats que habría mantenido con ella. Además, pidió que se realice una prueba dactilar en los celulares.
El ex presidente de la Judicatura indicó que los casos liderados por la Fiscal: Caso Metástasis, Caso Purga y Caso Plaga fueron inventados. En cambio aseguró que se han ignorado temas como Caso Orión o INA Papers.
Terán mencionó a Metástasis pues él mismo está siendo parte de ese juicio en el que se indica que altas autoridades judiciales se prestaron para hacer favores a capos del narcotráfico como Leandro Norero.
Esas declaraciones de Terán de su inocencia quedan en duda, si se toma en cuenta que en una audiencia que se llevó a cabo de manera paralela al juicio político, dentro del Caso Metástasis, Helive Angulo, alias ‘Estimado’, mano derecha de Leandro Norero, aceptó a la Fiscalía que pagó 10.000 dólares al expresidente de la Judicatura, Wilman Terán. Esto para conseguir un objetivo para Norero.
Terán habló de todo, del diablo, de dios y de un ángel de luz que sería la verdad, que no tiene rabo de paja. También aseguró que lo que más le preocupa es la seguridad de su familia.
En un momento, el ex titular de la Judicatura, con golpes en el pecho, aceptó que él sentenció a Rafael Correa e Iván Saquicela y que no fue la Fiscal General. Sin embargo, reveló que se arrepiente de haber sucumbido a esa solicitud.
En la aclaración de dicha sentencia, Terán buscó desmentir lo declarado por Xavier Muñoz, ex vocal del Consejo de la Judicatura y quien se declaró culpable y se encuentra colaborando con la Fiscalía.
Muñoz había revelado que Correa le ofreció ayuda a cambio de su apoyo a Wilmán Terán. Correa le habría dicho: “Nosotros vamos a darte apoyo para que no te hagan juicio político en la Asamblea Nacional, pero tú tienes que apoyar a Wilman Terán”, durante una reunión mantenida con Muñoz en marzo del 2023.
Terán, el nuevo defensor de Pablo Muentes
Durante la primera hora de intervención, Terán defendió vehementemente a Pablo Muentes, ex asambleísta del Partido Social Cristiano, quien ha sido procesado en el conocido Caso Purga por supuestamente manipular la justicia en Guayas. Terán acusa a la Fiscalía de haber montado un caso en su contra, sugiriendo una conspiración para desacreditar a Muentes.
«La Fiscal montó un caso en contra de Muentes,» afirmó Terán, intentando proyectar la imagen de una Fiscalía parcializada y politizada.
Sobre Peter Calo: “No hubo violación, fue consensuado”
Terán también abogó por Peter Calo, ex asambleísta de Pachakutik, sentenciado por violación. Afirma que el acto fue consensuado entre dos adultos. «No hubo violación, sino que fue algo consensuado entre dos personas adultas,» declaró Terán.
Este argumento no solo es polémico, sino que también refleja una táctica de minimizar las acusaciones serias de abuso sexual en un intento de proteger a sus aliados políticos.
El interpelante Jorge Peñafiel (Construye) calificó de desfachatez, desparpajo, mentira y falacia, lo dicho por Terán en la Asamblea. Dijo que ha utilizado el micrófono dado por la Asamblea para tratar de confundir a la sociedad y a las mentes de los asambleístas.
Consideró que lo hablado por Terán sobre la existencia de un teléfono que “solo él tiene” y que contendrían supuestos chats con la Fiscal Salazar son una falacia. Peñafiel reveló que las imágenes fueron editadas. Ya que dentro de las propias capturas de pantalla entregadas por Terán, se demuestra que en la parte inferior dice Adobe Photoshop, un programa de edición. “Las fotografías son editadas a discreción.”, resaltó Peñafiel.
En su réplica, Terán pidió archivar las cuatro causales que se le han aplicado por no tener enfoque ni fundamento.
La impunidad de Wilman Terán en el juicio político revela no solo la utilización de las instituciones como la Asamblea Nacional para la defensa de un individuo con un dudoso proceder sino que exhibe las complejas dinámicas de poder y las luchas políticas en Ecuador. Además subraya la importancia de una justicia imparcial y transparente en la lucha contra la corrupción.
Terán utilizó una combinación de defensas de sus aliados procesados, ataques a la Fiscalía, alegaciones de persecución política y apelaciones al patriotismo para protegerse y mantener su influencia. Su estrategia se centra en desacreditar a las instituciones judiciales y en buscar apoyo político para evitar la censura. La figura de Terán, lejos de ser la de un mártir, representa las dificultades y desafíos en la construcción de un sistema judicial que verdaderamente sirva a los intereses de la justicia y la democracia en Ecuador. (PERIODISMO DE INVESTIGACION LA FUENTE)
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