Poseedores de una de las monedas más devaluadas del mundo -el peso- los argentinos están acostumbrados a usar el dólar estadounidense como referencia de precios.
El billete verde es también la moneda de ahorro y la que impulsa la economía, ya que la producción argentina es fuertemente dependiente de insumos importados.
Pero la constante demanda de dólares en un país que no los produce ha generado una y otra vez un problema que se conoce técnicamente como “restricción externa”.
En pocas palabras: los dólares no alcanzan y eso produce sucesivas crisis.
Según el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), la mayoría de las recesiones económicas que padeció Argentina desde finales de la Segunda Guerra Mundial surgieron “porque el país se quedó sin dólares“.
Para intentar contener la salida de divisas y preservar las reservas del Banco Central (BCRA), las diversas administraciones que gobernaron durante los últimos años -tanto kirchneristas como macristas- aplicaron restricciones sobre la compra de moneda extranjera (o “cepos”, como se le conocen localmente).
Controles de capital que Javier Milei heredó cuando asumió en diciembre de 2023, y que ha prometido sacar, aunque sin fecha cierta.
Estas restricciones han generado un fenómeno muy particular: la convivencia de todo tipo de cotizaciones del billete verde.
Mientras que en otras partes del mundo uno puede preguntar cuánto vale algo en la moneda local y cuánto en dólares, en Argentina la cuestión es un tanto más complicada.
Allí también hay que preguntar de qué tipo de dólar se habla.
Porque una cosa es el valor del dólar “oficial” y otra muy distinta el del dólar “blue” o “CCL” o el “tarjeta”.
Se trata de un dato clave, ya que, según la respuesta, la cotización puede variar hasta en un 50% o más.
Aquí te contamos cuáles son los seis principales tipos de dólar que se usan hoy en Argentina y por qué el “blue” es rey.
Dólar oficial
Es el que establece el BCRA (y el que Milei duplicó su valor al asumir, en diciembre, generando otra profunda devaluación del peso).
Tiene dos canales: el minorista, que usan los bancos y agencias cambiarias con sus clientes, y el mayorista, que es el que se usa para las grandes operaciones, como transacciones entre entidades financieras, el comercio exterior y el pago de deudas dolarizadas.
En 2019, horas después de perder las elecciones, el entonces mandatario Mauricio Macri impuso un límite de US$200 por persona por mes para la compra de dólar oficial, en un intento de frenar una corrida al dólar, disparada por su derrota.
Desde entonces ese límite se ha mantenido.
Sin embargo, la realidad es que los argentinos de a pie no tienen acceso ni a eso.
El motivo es que el sucesor de Macri, Alberto Fernández, impuso en 2020 un “supercepo” sobre este dólar, para hacerlo menos accesible.
Esto buscó evitar la sangría del BCRA, que se ahondó durante la pandemia.
Estas restricciones crearon un nuevo tipo de cotización: el dólar ahorro.
Dólar ahorro
Son esos US$200 que pueden comprar los ciudadanos comunes -o, más bien, aquellos que tienen permiso del fisco para hacerlo-, y se lo llama así porque en general tiene como fin el atesoramiento y resguardo de valor ante la inflación de tres dígitos que tiene Argentina.
Las autoridades lo apodaron dólar “solidario” porque quien lo compra debe pagar, además de la cotización del dólar oficial, una tasa del 30% de su valor, llamado “impuesto país”.
A esto se suma otro recargo del 30%, que luego puede ser deducido de los impuestos.
Por ello la cotización del dólar ahorro es 60% más caro que el oficial.
Dólar blue
Dada la fuerte intervención estatal sobre el dólar oficial y el ahorro, la mayoría de los argentinos usa como referencia la cotización de este dólar, que es -ni más ni menos- el que en otros lados se conoce como dólar “negro” o paralelo, comprado en el mercado ilegal.
(Algunas versiones indican que el inusual nombre de “blue” viene del apodo que se le daba al billete de US$100 en las financieras ilegales, conocidas como “cuevas” o “arbolitos”)
El blue es la forma más común de acceder al dólar de los argentinos. Y es el índice en el que más confían, porque sigue la lógica de la oferta y demanda.
Cuando uno compra o vende una casa, un auto, o algo de mucho valor, como una computadora o celular, se utiliza esta cotización.
Sin embargo, al regirse por las leyes del mercado este dólar también es mucho más volátil y -a diferencia del oficial- puede dispararse repentinamente.
Esto ha ocurrido muchas veces.
El sostenido crecimiento del blue también es un problema que, desde mayo pasado, viene afectando al gobierno de Milei.
Cuando el blue aumenta puede llegar a alcanzar un precio muy por encima del oficial. En la actualidad, es cerca del 50% más caro.
A esta diferencia se la conoce en Argentina como “la brecha” cambiaria, y cuánto más grande es, más alta es la presión para que se devalúe el peso (algo que, por ahora, Milei se ha negado a volver a hacer).
Dólar tarjeta
Otro tipo de cotización del dólar es la que pagan quienes utilizan sus tarjetas de crédito para pagar servicios en dólares (como Netflix, Disney, Amazon o Spotify).
También quienes las usan para costear sus gastos durante viajes al exterior (algunos lo llaman “dólar turista”).
Al igual que el dólar ahorro, el dólar tarjeta tiene impuestos y tasas que la encarecen.
En la actualidad, su cotización -que ha ido variando mucho- es también un 60% más que el dólar oficial.
Dólar bolsa (o MEP)
Quien quiere hacerse de billetes verdes pero no quiere comprarlos de forma irregular tiene esta alternativa a través del sistema financiero formal: el “mercado electrónico de pagos” (MEP), que es una forma legal de obtener divisas.
Se hace a través de la compra y venta de bonos, lo que requiere un agente de bolsa, por eso se lo conoce informalmente como “dólar bolsa”.
La operativa funciona así: se compran bonos que cotizan tanto en pesos como en dólares.
Se adquieren en moneda local y se venden en la extranjera. Pero, en el medio, se debe esperar un día (“parking”), lo que hace que su cotización sea incierta.
Las divisas que ingresan a la cuenta están sujetas a la regulación local.
Dólar CCL
El dólar “contado con liquidación” es otra herramienta financiera, pero esta permite cambiar pesos por dólares en el exterior.
Para muchas empresas e inversionistas es la principal forma de adquirir divisas y sacarlas del país legalmente.
Por este motivo, muchos analistas económicos consideran al CCL y al dólar bolsa como los mejores termómetros para estimar el valor “real” del dólar.
Para obtener el también apodado “contando con liqui” hay que tener una cuenta en el exterior, por lo cual no es algo utilizado por el común de los ahorristas argentinos.
Utiliza acciones o bonos que cotizan en Argentina y también en otro mercado internacional (como Wall Street).
Al igual que el dólar bolsa, se compran en pesos, y hay un período de “parking”. Pero luego esos activos se transfieren a la cuenta en el exterior y se venden a cambio de dólares.
El cálculo de cuántos dólares se compran a cambio de cuántos pesos determina la cotización de este dólar.
Esta operatoria ha sido muy usada para transferir dólares al exterior cuando se prohíbe o limita a las empresas y a los bancos girar dividendos a sus casas matrices.
Fuente: BBC News Mundo
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