El estudio tiene como objetivo recolectar muestras de suelo y analizar las propiedades físicas y
químicas. Datos que permitirán conocer el porcentaje de carbono presente en la materia
orgánica que se encuentra en el suelo de estos ecosistemas.
En esta ocasión, los investigadores del grupo GISOCH de la Escuela Superior Politécnica de
Chimborazo, se insertaron en el refugio “Nueva Alianza” para monitorear el área de influencia
directa de tres de las cinco lagunas: Kakaram, Chimerella y Cormorán.
Dentro de la investigación también se evalúa las concentraciones de carbono orgánico y
nutrientes determinantes que influyen en su concentración, buscando datos que contribuyan al
conocimiento de ecosistemas de páramo, particularmente los humedales fluvial, palustre y
lacustre del sistema Sardinayacu.
El carbono orgánico es un componente esencial del suelo y desempeña un papel fundamental en
la salud y fertilidad del mismo. Cumple funciones importantes como: nutrición de las plantas,
retención de agua, mejora la estructura del suelo y secuestro de carbono.
Consecuentemente, la conservación y el aumento del carbono orgánico en el suelo son
importantes tanto para la productividad agrícola sostenible como para la mitigación del cambio
climático y de esta manera avanzar con los objetivos de investigación planteados dentro de los
proyectos del grupo de investigación GISOCH.
El proceso de investigación se lleva a cabo desde el 2020 y hasta el 2023 se investigará el 80%
del área de páramos primarios. El monitoreo se llevó a cabo bajo la guía de guardaparques del
Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE).
El grupo de investigación GISOCH está conformado por Andrés Beltrán, Rashell Cazorla,
Natali Figueroa y el Luis Patiño, todos docentes e investigadores de la ESPOCH. Además, se
cuenta con la participación de estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental de matriz y de
la sede Morona Santiago.
“No hay palabras para describir tanta abundancia de vida en un estado de conservación único
con un paisaje de selva y montañas que hacen de Sardinayacu un lugar de contemplación,
admiración y respeto por la naturaleza”, resaltó Luis Patiño investigador de la ESPOCH.
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