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Esta fue la prueba definitiva que condenó a Rosario Porto en el caso Asunta por el asesinato de su hija adoptiva

Cuando en el año 2013 se encontró el cuerpo sin vida de la pequeña Asunta Basterra, solamente un día después de la denuncia de su desaparición, España entera esperaba con incertidumbre una respuesta. Lo que poco después desvelaría la investigación -que apuntaba a Rosario Porto y Alfonso Basterra, sus padres adoptivos como autores del crimen- dejó país entero de piedra. 

Dos años después, en 2015, se dictaba sentencia y, efectivamente, se condenaba a la pareja a cumplir una pena de prisión de 18 años por asesinar a su hija de doce años. Pero, ¿cuáles fueron las pruebas que les condenaron?

Las pruebas definitivas del Caso Asunta

Son muchas las pruebas que los investigadores del caso pudieron recopilar contra la expareja, entre ellas las cuerdas naranjas que encontraron en la vivienda de los padres de Rosario Porto, idénticas a las que se encontraron junto al cuerpo de la niña, que se usaron para maniatarla. Sin embargo, hubo una prueba definitiva.

Cuando en un primer momento, Rosario y su expareja, Alfonso Basterra acuden a la comisaria a denunciar la desaparición de su hija Asunta, Porto asegura haber estado la tarde anterior sola en la casa de sus padres –donde se encontraron las cuerdas naranjas- mientras la pequeña se quedaba estudiando en su piso de Santiago. Sin embargo, un vídeo localizado por los investigadores desmiente esta declaración.

Rosario Porto pincipal acusada junto a su ex marido, Alfonso Basterra, de la muerte de su hija Asunta Basterra.

En el vídeo obtenido de las cámaras de la estación de servicio de Galuresa, se observa como en el asiento del copiloto del coche de Rosario Porto va sentada Asunta junto a su madre, horas antes de producirse la desaparición de la menor en las proximidades de Teo, un pequeño municipio de la provincia de La Coruña.

Rosario Porto en su coche
Rosario Porto en su coche en una de las cámaras que la policía investigó.

Este descubrimiento supuso la prueba definitiva que llevó a la policía a detener a la madre adoptiva de la pequeña, minutos después del acto de incineración del cadáver de Asunta y, tan solo al día siguiente, a su padre.

Sin embargo, el caso estuvo, desde el principio, repleto de incongruencias, hipótesis y contradicciones que fueron quedando atrás para esclarecer el asesinato.

Fuente: 20minutos.es